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Nos tememos lo peor

Leer una noticia como estas nos debería congratular, somos muchos lo que pensamos que la parte no farmacológica de los tratamientos de muchas enfermedades crónicas está minusvalorado y con una puesta en práctica más teórica que real. No obstante, cuando leemos esto nos empieza a entrar el temblor, son muchos años de experiencias – la ultima la financiación de tratamientos anti-tabaco- de introducción de medidas sin orden ni concierto y como soporte a una campaña propagandística del político de turno. Un sistema jerarquizado hasta la ineficacia como el del Consejería de Sanidad y unos mandos intermedios de temerosa inutilidad hacen el resto.

Para que se haga de forma adecuada una actuación sanitaria de este tipo, debería:

  • No publicitarse de forma masiva, ni precipitada.
  • Darlo a conocer primero a los médicos de familia y enfermeras de los centros de salud dentro dentro de un plan organizado.
  • Intégralo en las consultas de revisión como un recurso terapéutico más.
  • Evaluar y medir su aplicación y resultados.

Ap-Madrid o historia de un desproposito

Hay un halo maléfico  que inspira y envuelve a todo el programa AP-Madrid, hasta el punto de que se puede considerar una herramienta fallida. Todo está pensado para cumplir unas necesidades, normas y reglamentos ajenos a la asistencia clínica, sin importar si esta sale perjudicada o no. En la Intranet de la consejería se dice que han participado más de 100 profesionales en esto. No me lo creo. No puede ser que haya muchos que tengan actividad asistencial diaria y se vean obligados a trabajar con este programa, de lo contrario no habrían apoyado esta desgracia en forma de avanzado sistema de información”.

por Pablo Astorga

Llevo apenas tres semanas trabajando con AP Madrid, después de 8 años utilizando OMI-AP y mis sensaciones son una mezcla de impotencia, ira, frustración y desesperanza. No soy nuevo en esto de la informática ni soy un enemigo de ella, pero hacía mucho tiempo que no sentía ganas de pegarle una patada al ordenador, tal vez desde que me vendieron uno con el viernes 13 incluido.

Esto es un horror” es la frase que más se oye en el Centro (un Centro grande con más de un equipo) para referirse al nuevo programa. Básicamente siento que nos han escamoteado la posibilidad de trabajar bien. Tengo la impresión de que se tarda en general el triple de tiempo en hacer las mismas cosas que con OMI, y naturalmente para poder acabar la consulta en la jornada de trabajo habitual hay que renunciar a hacer cosas que antes se podían hacer, como consultar DGPs del paciente o controlar más la medicación.

Abro el programa, imprimo la hoja de citados, tengo que irme a otra pantalla para ver la lista de pacientes (todo más lento). Abro la historia. Me encuentro con avisos de todo tipo que me ralentizan. El práctico y rápido flash de OMI, ahora ya no es tan práctico. Puedes tardar una eternidad en escribir uno nuevo o en borrarlo. Antes podía ver en estadísticas el nº de pacientes que tengo citados. Ahora no (o al menos yo lo desconozco).

El tapiz también ha cambiado ¿para qué proporcionar más información?  Habrán pensado los hacedores de este programa. Para ellos no debe ser bueno que se vea bien y de un vistazo la última visita, antecedentes, ordenes clínicas etc.  La transición para ver los episodios abiertos y cerrados es mucho más lenta. Cada vez que se refresca la pantalla con la lista de episodios supone varios segundos.  En la nueva pantalla de órdenes clínicas no puedo ver  a qué especialistas he dirigido las interconsultas, con lo que tengo más posibilidades de volver a derivar innecesariamente .

Aunque nadie nos lo ha enseñado (de hecho muchos compañeros no lo saben) desde mis primeros escarceos con la historia clínica electrónica entendí que el orden era fundamental para mantener la herramienta operativa y útil. Para AP-Madrid parece que no es así, por ejemplo “Cerrar episodios” se vuelve una tarea  titánica. Reabrirlos también porque no te permite hacerlo simplemente asociando curso descriptivo al episodio cerrado. Seguimos lastrados con la CIAP 1.

La clasificación CIAP2 está disponible desde 1999 y podría haber sido una buena ocasión para migrar. Ahora no podemos codificar por CIE-9 si lo deseamos en alguna ocasión que nos interese. Es cierto que funciona mejor el cierre automático de episodios ya que parece se han eliminado los errores que había en OMI, en cuanto a considerar episodios crónicos como agudos (me estoy refiriendo p.ej. a Diabetes e Hipertrofia de próstata).

Lo mas “divertido” es el módulo de prescripciones. Aquí con las sucesivas modificaciones se han esmerado: si no lo tenías ya, empieza el dolor de cabeza.

Parece bueno que no se permita asociar a actividades preventivas ninguna medicación, ya que antes se abusaba mucho de ello, aunque de todas formas sería lo lógico para alguna medicación como Ca-vit.D, gastroprotectores. Ahora es más fácil cambiar la asociación de un medicamento con el episodio correcto, siempre que esté abierto pero no permite asociar ninguna medicación a un episodio cerrado. Esto que parece algo lógico, en la práctica es poco operativo y lleva a un peor control de la medicación, Es el caso de los tratamientos sintomáticos, mucha gente que viene a consulta se quiere llevar algún paracetamol o antiácido de regalo, para cuando tengan un catarro o les duela la cabeza, acidez o a lo mejor para regalar a la familia.

Si lo recetamos de nuevo cada vez, perdemos tiempo y no tenemos control con el histórico de recetas ya que figura como una nueva prescripción. Si reabrimos episodio nos obliga a salir del modulo ir a episodios y reabrirlo con la pérdida de tiempo que conlleva. Supongo que optaré por tratar de tener un episodio abierto crónico.

La nueva ley de prescripción por principio activo y la peculiar aplicación de los mantenedores de este modulo de prescripción ha dado lugar a un mundo de fantasía que para sí lo quisieran en Disney World. En el proceso de migración de la información el programa por error marca muchos genéricos y medicamentos que no están afectados por la nueva ley como si lo estuvieran y obliga a poner un comentario de justificación terapéutica, lo cual es inexacto y lleva mucho tiempo. Si decidimos cerrar el medicamento y prescribirlo de nuevas no tenemos que justificar nada puesto que no hay nada que justificar. Eso en teoría al parecer algún avispado ha pensado que si y que la pérdida de tiempo no es tan importante.

A todo esto, si no nos hemos dado cuenta de que tenemos un medicamento marcado con el triangulito rojo de marras- necesita justificación terapéutica-, y empezamos a prescribir o modificar otra medicación, justo cuando ya lo tenemos todo listo para imprimir, es entonces y no antes cuando el maldito programa nos avisa de que tenemos un fármaco pendiente de justificar. Solo avisa, ¡no! que va,  no deja hacer nada y se pierde todo el trabajo hecho- la pérdida de tiempo sigue sin tener importancia al parecer ¡claro como no es el suyo!-.

Con seguridad es entonces el momento en que te asaltan las ganas de darle una patada y piensas si esto no está hecho con la sana intención de jo…robar al profesional. Afortunadamente no se llegó a poner en práctica la idea de una regla que amenazaba con golpear la mano del profesional prescriptor, aunque si dice mucho sobre la mentalidad de quién se le ocurrió la idea.  ¿Qué decir sobre la prescripción de accesorios o fórmulas magistrales? Casi mejor no decir nada, misión imposible.

En la práctica si ponemos la medicación como crónica, nos vemos obligados a recetar una por una con añadir copia ya que no nos permite como antes seleccionar 2 o 3 recetas. Conlleva  pérdida de tiempo o amenazas de que el programa “te expulse” y tengas que entrar de nuevo con la contraseña (otra gracia más del programita!). Tendríamos que generar lotes, lo cual lleva su tiempo también y creo que podría funcionar bien si los envases tuvieran todos un contenido homogéneo de unos 30 comprimidos y si estuviéramos en un país más “organizado”. Es por eso que casi todo el mundo se decide por poner la medicación a demanda, aunque me imagino que si alguna vez se implanta la receta electrónica habrá que volver a los lotes y que sea la farmacia la que se “pelee” con el paciente.

El módulo de IT también tiene sus problemas. Dar de alta una empresa se convierte en misión ardua y más que complicada. No deja dar e imprimir la bajas de los pacientes recién introducidos en el sistema, al menos hasta que alguien en alguna oscura nube cibernética, de su aprobación. Tampoco deja poner una fecha distinta de la que el muñidor de esta aberración digital ha considerado oportuna, sobre todo si no coincide con la fecha del episodio de la que depende.

A veces nos impide imprimir el parte si tenemos un episodio demasiado genérico (¡!!!). Y que le vamos a hacer si no tenemos más información sobre el paciente. Siempre he pensado que tiene gracia que yo tenga que dar la baja a un paciente ingresado al que a lo mejor ni siquiera conozco. No costaría adaptar este modulo a la realidad de la IT en las consultas de atención primaria, pero se ha optado por encorsetarlo “a reglamento” sin importar la comodidad y el tiempo de las profesionales.

Esta última apreciación creo que es el halo maligno lo que inspira y envuelve a todo el programa, hasta el punto de que se puede considerar una herramienta fallida. Todo está pensado para cumplir unas necesidades, normas y reglamentos ajenos a la asistencia, sin importar si esta sale perjudicada o no. En la Intranet de la consejería se dice que han participado más de 100 profesionales en esto. No me lo creo. No puede ser que haya muchos que tengan actividad asistencial diaria y se vean obligados a trabajar con este programa, de lo contrario no habrían apoyado esta desgracia en forma de “avanzado programa informático”.

la incoherencia de las adelfas

Las adelfas son plantas atractivas con hermosas flores de suave colorido,su follaje, parecido al del sauce, es unas veces verde y puro y otras variado.  Sin embargo, es muy toxica.Sabido es que sus hojas sueltan un líquido lechoso que puede producir alergias y otros problemas en la piel, cuando se ingiere puede resultar mortal

A pesar de su toxicidad, la adelfa es muy popular por ser una planta resistente y bella

Si bien se dieron el año pasado, se ha difundido en estos días la concesión del premio Best In Class 2010 a un centro de salud madrileño: el Centro de Salud Adelfas. Algunos han aprovechado esta concesión para el noble deporte del autobombo. También es curioso el pasteleo que las empresas periodísticas hacen con esto de los premios.

Siempre es motivo de alegría recibir un premio y felicitamos sinceramente a nuestros compañeros del Centro de salud Adelfas en Madrid por la concesión de este galardón.

No obstante hay algo que no concuerda. Si el premio como dicen las bases tienen como objetivo reconocer públicamente a los mejores centros del territorio nacional que buscan la excelencia en la atención que prestan a su pacientes, no puede ser que cuando buscamos este centro de salud en la página de la consejería de la comunidad de Madrid destinada a dar información para la libre elección nos aparezca esto:  

Donde cinco indicadores de 14 estan «Peor que la media»  es decir  que el triangulo en esa posición indica que el resultado del centro es inferior al de la media de la Comunidad de Madrid. El resto de indicadores esta «Igual que la media» y ninguno parece que supera esa maldita media.

O sea, una de dos o los pacientes de ese centro son unos ingratos cuando contestan la encuestas de la comunidad de Madrid, o el indice ese con el que dan el premio es una filfa, o las dos cosas… tambien puede ser que la encuesta de la Comunidad de Madrid sea «una caca» o que lo sea el premio, o que lo sean las dos.

En cualquier caso parece algo incoherente ¿ no ?  

hoy

antiburocracia: primer aviso

El Grupo Antiburocracia de Madrid (GAB) lo componen médicos de atención primaria (AP) de la Comunidad de Madrid, sin ningún nexo con organizaciones políticas, sindicales, científicas o de cualquier otra índole, interesados en disminuir la carga burocrática de los médicos de AP, para, de este modo, disponer de más tiempo para atender correctamente a nuestros pacientes y mejorar la calidad de la asistencia clínica.

Hemos solicitado ser recibidos por la Consejería de Sanidad para exponer nuestro punto de vista y sugerencias sobre el modo de resolver cuestiones que nos preocupan; no solo a nosotros, sino a 2400 médicos de AP que, con su firma, avalan nuestras propuestas y que son apoyadas de forma explícita por la Mesa de AP del Colegio de Médicos y la mayor parte de las sociedades científicas de AP y sindicatos.
Como el tiempo transcurre sin recibirse respuesta, queremos hacer público en este acto el listado de temas que deberían ser resueltos a través de la intervención de la Consejería: Sigue leyendo

siempre llegan tarde

Vamos a aceptar pulpo como animal de compañía, y vamos aceptar que estos indicadores de satisfacción de los usuarios (por centro de salud) no son una más de las estúpidas precuelas montadas para sostener ideológicamente al tinglado del área única y de la libre elección.

Libre elección 1.0

Bueno pues suponiendolo, y que estos indicadores  son para que los clientes puedan elegir mejor, en sus propias palabras:

Para facilitar la libertad de elección, se pone a disposición de los ciudadanos información sobre los centros de salud a través de indicadores de satisfacción de los usuarios e información de los hospitales a través de indicadores de satisfacción, de procesos y de resultados.

Digo yo que lo podrían haber hecho mejor y no basandose en una encuesta de hace un año, que informa del grado de satisfacción de los usuarios con aspectos tan IMPORTANTES de la atención sanitaria, tales como: amabilidad de los profesionales, información recibida, limpieza y señalización del centro, etc.

Puestos a epatar podrían haber seguido la estela 2.0 de Google Hotpot un nuevo servicio con el que se puede recomendar lugares a nuestros contactos. Permite por tanto categorizar por gustos los diferentes lugares y hace lo que dice la conserjería «proporcionar información comparada que facilite la libre elección y estimule la mejora continua».

Indicadores 2.0

nuevas función de los médicos de familia: canjeadores

área única y libre elección, según:

el comienzo de un desproposito

Madrid imparable hacia el fracaso

de Acta Sanitaria

PERSISTEN LOS PROBLEMAS CON EL SISTEMA INFORMÁTICO DE ATENCIÓN PRIMARIA EN MADRID

El consejero Javier Fernández-Lasquetty
Madrid 20/09/2010 Las deficiencias detectadas en el nuevo sistema informático de la Consejería de Sanidad de Madrid siguen dando problemas en Atención Primaria, tal y como vienen denunciando los propios profesionales desde hace meses, sin que la Administración ponga remedio.
Una de las últimas caídas del Programa AP Madrid sucedió en el Centro de Salud de Pavones, en el Area 1 de Madrid, donde se instaló este sistema el pasado 23 de mayo; según una información remitida a la Consejería, desde ese día los problemas son sido continuos.

De acuerdo con la información facilitada por los profesionales, esta situación se está produciendo también en otros Centros, en los que se ha instalado AP Madrid, por lo que no se trata de un problema de adaptación al sistema durante los primeros meses ni de una cuestión relacionada con el mayor o menor conocimiento de la herramienta, puesto que es una aplicación visualmente muy similar al anterior. Ante esta situación, los profesionales han reiterado al consejero su «absoluto rechazo» a esta situación y piden el retorno del programa anterior hasta que las deficiencias del nuevo se resuelvan.

Pérdida de tiempo para profesionales y pacientes

Este Centro de Salud llevaba años informatizado con OMI-AP, siendo una herramienta fundamental para el trabajo de sus profesionales, de manera que todos los actos clínicos y administrativos se registran de manera informática y pueden ser consultados por cualquier miembro del Centro. De este modo, pueden realizar una atención coordinada a su población de referencia (cerca de 20.000 pacientes del distrito de Moratalaz).

«Este programa ha funcionado a la perfección y nos ha permitido, realizar las tareas con enorme rapidez y sin fallos», aseguran los médicos del centro. Por el contrario, el nuevo programa instalado no funciona adecuadamente, es muy lento y se producen demoras continuas en la atención de los pacientes, provocando su enfado y el de los profesionales. «Por lo demás, como ya intuimos en su día, el programa no aporta, en lo que a la atención a los pacientes se refiere, ninguna mejora respecto al anterior», añaden.

Los profesionales denuncian que acciones como la gestión de una cita, la solicitud de una prueba diagnóstica, la utilización de un protocolo clínico, la generación y el registro de una analítica, la prescripción de un tratamiento, el registro de una actividad preventiva, la emisión de una incapacidad temporal, se hacen interminables, alargando innecesariamente cada una de las consultas y el tiempo de espera, y produciendo largas colas, tanto en las consultas como en el área administrativa.

Respuesta del consejero de Sanidad

A pesar de que el consejero, Javier Fernández-Lasquetty, contesta con una carta a los profesionales del Centro de Salud de Pavones, agradeciéndoles sus observaciones, no ofrece una solución alternativa para que éstos puedan trabajar con fluidez mientras de intenta solventar los fallos del nuevo programa. Según el titular de la Sanidad madrileña, la Consejería es consciente de los inconvenientes que este sistema genera y las incidencias que ocasiona, por lo que está trabajando para detectar los fallos y repararlos.