Making your mind up

ahora realmente tienes que acelerarlo (acelerarlo)

y luego tienes que ralentizarlo (ralentizarlo)

porque si crees que nuestro amor puede llegar a la cima

tienes que jugar

pero pronto descubrirás que llega el momento

para decidirse

de la letra de Making your mind up
[make up your mind (modismo): decidir]

Hace más de 40 años ganaba el festival de Eurovisión celebrado en Dublín la canción Making your mind up, interpretada por un grupo pop británico compuesto por dos mujeres y dos hombres, todos rubios, creado exprofeso para defenderla en el famoso concurso.

La canción alegre y pegadiza, se acompañaba de una coreografía animada en la que aparecían, entre otros, esos movimientos y pasos sincronizados que tanto exito alcanzan en las verbenas de pueblo el día de la Virgen de agosto. Esta coreografía se salpimentaba en un momento determinado con un acto sorpresa donde los elementos masculinos del grupo mientras cantaban «… But if you wanna see some more….» tiraban de las faldas volanderas de las componentes femeninas, dejando a estas con unas faldas mucho mas cortas, mientras disimulaban una fingida sorpresa.

Como en tantas ocasiones despues de mucho tiempo y una carrera marcada por un acontecimiento trágico, los Buck Fizz reaparecieron en la tele. Los años no habían pasado en balde y en su actuación omitían las figuras mas arriesgadas de la coreografía, sustituyéndolas por palmoteos compartidos con el publico, eso si persistía el numerito de las faldas que desaparecían, aunque en esta ocasión tenia mucho menos gracia por motivos obvios,

No se el porque, pero me recordó a una sociedad científica ya que siguen cantando la misma canción desde hace 40 años aunque cada vez se mueven menos, sus reivindicaciones sorpresa, el el caso de que se den, sorprenden poco, carecen del atractivo que tuvieron en sus inicios y a pesar del titulo de la canción, No se deciden.

Las 100 mejores manipulaciones de la consejería de sanidad de la comunidad de Madrid

Forbes ha publicado, por sexto año consecutivo, su lista con los 100 mejores médicos de España en el ámbito de la asistencia, la investigación y la docencia, que desarrollan su actividad, tanto en centros públicos como privados de gran parte del territorio español

Lleva seis años, pero este año tenia un significado especial para los que toman decisiones en la consejería de sanidad de la comunidad de Madrid. Este año, se podría utilizar para contrarrestar a la cuadrilla de médicos peligrosos que llevaban más de tres meses en huelga. El argumento es simple y claro, frente a la afirmación de que sanidad madrileña esta en franco deterioro que esgrimen estos pequeños rojos de bata blanca, la lista Forbes (de)mostraba que una gran cantidad de los mejores médicos de España estaban en Madrid.

Enseguida empezaron a difundirlo a través de su pagina web y la prensa y radio adictas. Es más, en un abracadabrante ejercicio de cinismo se distribuyo vía correo corporativo a los centros de salud, enviado directamente por el servicio de comunicación de atención primaria.

Se les debió olvidar que en este listado no habían ningún medico de familia y que la huelga era de atención primaria.

Aparte de lo anterior, utilizar esta lista y este argumento muestra el grado de desvergüenza y manipulación de los servicios de información y difusión de bulos de la consejería, la comunidad y el partido gobernante. Utilizar esta lista, es olvidar de manera premeditada que:

  • Tener lo mejores médicos (discutible, pero bueno) no significa que estén bien dirigidos y que la consejería lo haga bien
  • Este tipo de listas lista tiene un claro componente comercial, de tal forma que aparecen, no los mejores, sino los mas interesados en aparecer.
  • Un importante parte de los profesionales que aparecen trabajan en la medicina privada, la mas interesada en ofrecerse al mercado, con una proporción en la lista mucho mayor que le correspondería dado el peso especifico de la sanidad privada en el conjunto de la sanidad española.
  • Alardear que cerca de 40 (en concreto 36) de los 100 mejores médicos trabajan en Madrid (que no en la sanidad dependiente de la consejería) es de una banalidad que asusta. Lo raro seria que la comunidad más rica y una de las más pobladas de España, aportará esta lista un número menor de profesionales a este Top 100.
  • Un importante numero de los médicos madrileños de esta lista trabajan en hospitales o practicas privadas, hospitales concertados o concesionados. La gestión directa de estos centros no depende de la consejería que a lo mejor debería preocuparse y averiguar el porqué de que aparezcan más médicos de estos centros, que de los que ella dirige.

A este lado del espejo. La precisión de la mirada

A este lado del espejo por Ángel Ruiz Téllez

Que la Atención Primaria está en grave crisis; que la financiación de la Atención Primaria o se ha estancado o ha sufrido retroceso; que el descremado social de la Atención Primaria sea la regla (Juan Simó dixit); que la Demanda esté colapsada; que la responsabilidad del presupuesto y de poner orden en la misma es cosa de los gobiernos autonómicos, por su 99% de responsabilidad potestativa, no es más que una constatación.

Que la crisis de la Atención Primaria sea, primordial y básicamente, la crisis de la Medicina de Familia (Beatriz González López-Valcarcel dixit et probat) ya no es tan aceptado entre estamentos, ni tan del dominio público, que se decantan entre un sí pero no, un no pero sí o un no sabe/no contesta.

Que haya una falta de recursos, es una evidencia; que la razón de todo sea una falta de recursos, una simplificación.

Que esa evidente falta de recursos sea de médicos, un desatino.

Que haya que hacer algo que lo resuelva -en el entorno público-, una necesidad y una consecuencia, incluso para las opciones políticas que creen -otra ilusión-, que la privatización, es decir, la mutualización, sería su salida.

Pero que ese algo que hacer, para solucionar-reducir el colapso de la Demanda, sea la reducción de los tamaños de cupos o la limitación de citas, no es más que un tiro en el pie.

El problema está identificado, sí; el diagnóstico, no; por lo que el tratamiento menos.

Y no es fácil reconocer la realidad cuando solo miramos su reflejo deformado en el espejo en el que nos miramos, La Visita

.

«No es lo mismo un cabezo, un cueto, un cotarro, una muela … .El cabezo es el cueto; el cotarro, también colina, ya no agreste o rocosa, es la coronada de bosque bajo, más precisamente encino; la muela … .

Poder vivir en naturaleza, de una forma que se personaliza y humaniza el entorno exige dotar del nombre exacto a los elementos que lo forman, la palabra justa, el adjetivo preciso.

El lenguaje rústico, aparentemente simple, precisa, en su relación con la naturaleza, matizar con exactitud. Así ese rigor de llamar a las cosas por su nombre y saber el nombre de las cosas habla de la compenetración del hombre con el medio»

No. La Presión Asistencial no son las «Visitas/día», sino los Episodios nuevos atendidos-año; ni siquiera el conjunto de todos los diferentes episodios anuales atendidos.

(Entrevistas a Miguel Delibes. Adaptación personal

La destrucción de la profesión no solo es el quebranto de las condiciones físicas del desempeño. La amputación del lenguaje arrebata la trascendencia del oficio y destruye su significado vital y profesional.

No. Tampoco la Actividad son las «Visitas», sino los Episodios Modulados, en Urc (Unidades Relativas de Complejidad) anualmente atendidos.

No. Tampoco la Demanda son las miles de «solicitudes de cita-año», sino la Tasa de las Necesidades Sanitarias Atendidas diferentes -año en relación con el conjunto de Necesidades Sanitarias Existentes/cupo-año, en base epidemiológica y poblacional. Es decir, la Demanda es la Tasa de Oferta (Atendido / Existente).

No. Ni, tampoco, la “buena” Accesibilidad es la «Demora-cero de las solicitudes de cita», sino el % de Necesidades Sanitarias Existentes, en base epidemiológica y poblacional, No Atendidas. El inverso de la Tasa de Oferta.

Toda taxonomía esconde un relato. La obsesión por la Visita como unidad de medida, como eje analítico y explicativo del comportamiento médico, de la definición de la Demanda, la Presión Asistencial, la Accesibilidad, la Actividad ha amputado la posibilidad de alcanzar la compenetración profesional con el medio sanitario y su conocimiento.

La Visita no permite llamar a las cosas por su nombre y a saber el nombre de las cosas.

En la «Sanidad Eludida» se adelantaba la precisión del nombre de las cosas, llamándolas por su nombre. La Visita no es ninguna unidad de medida de la Actividad, Demanda, Presión Asistencial y Accesibilidad. La Visita solo es una unidad de medida de la Ocupación del tiempo profesional o del espacio (consulta). La Visita solo es el «Nº de veces que el médico abre la puerta de su consulta»; no el contenido, la relación de los problemas y su complejidad en los que se ocupe en ese tiempo.

La Visita solo mide la Ocupación que, por razón de la incompetencia directiva, queda abstrusamente asimilada, en un profundo estado de confusión, al trabajo, a la actividad profesionales.

«A este lado del espejo» corrobora, con resultados, las hipótesis presentadas en el anterior libro, constatando que no; que tener 500 pacientes, en absoluto, es la solución, incluso, la empeora.

A este lado se puede conseguir en: Amazon papel o Versión Kindle, libros CC, FNAC, Todostuslibros,com

No. La Demanda no mejora con la reducción de cupos. Empeora.
No. La calidad, la efectividad y la competencia profesionales no mejoran con la reducción de cupos. Empeoran.
No. Ni faltan médicos ni sobran pacientes.
No. La Demanda alterada que une a tantos manifestantes, a tantos profesionales, no es un ente homogéneo, un concepto equivalente pese a que lo parezca por la similitud del espejismo de la Ocupación de los espacios, en cada una de las consultas.

La realidad “A este lado del espejo”, cuando dejas de prestar atención al deformado reflejo del espejo de feria en el que medimos todo a base de Visitas, muestra una realidad asimétrica, paradójica e inhomogénea.

No. No existe UN Sistema Sanitario, existe UN Ecosistema de Sistemas Sanitarios; uno por profesional, basado en la Inequidad y en la sostenibilidad paradójica como regla, por la que el que más hace y más complejidad asume, menos cuesta y por la que, el que menos hace y en más banalidad se entretiene, más gasta y cuesta. Sus diferencias, a poblaciones estandarizadas e iguales sueldos, puerta con puerta, son del 1000%.

El Síndrome del Paracaidista rige la experiencia del paciente, que por no poder saber y elegir (“Tripadvisor sanitario”) recala en la
consulta que cae por razón del azar y los vientos de la desinformación.

A este lado del espejo”, en una medición global de 100% de la actividad (Episodios Modulados y no Visitas) y del 100% de los consumos gestionables (farmacia, IT, Derivaciones y Visitas, ahora sí, como unidad de consumo, no de actividad), muestra la realidad cuando abandonas la estela deformante de la Visita. Ésta es bien diferente cuando centras el análisis en la medición
de la Atención y Resolución de las Necesidades Sanitarias Existentes (no solo las demandadas o atendidas) en base epidemiológica y poblacional de la manera más efectiva, accesible y equitativa, es decir , Equidad, y de la manera más eficiente y sostenible, es decir, Sostenibilidad.


El grado de éxito/fracaso, es decir, de Equidad y Sostenibilidad, reparte a partes iguales el peso de la responsabilidad de los condicionantes externos, competencia organizacional, como el de los condicionantes internos o perfiles de praxis profesional, competencia profesional.

La experiencia Tarragona (Camp Tarragona) en la que, de manera inédita, 5 organizaciones de
provisión de Sanidad Publica de diferente fórmula de gestión, sistema público clásico (ICS- Institut Català de la Salut), consorcios (Xarxa Santa Tecla), EBAs (Muralles, Vallcarca, Sarriá) y, ahora, EDP Entidad de Derecho Público Salut Sant Joan Reus Baix Camp, y EBA Alcover, desarrollan el mismo proyecto de Centros en Transición®, nos permite responder a preguntas
básicas, con entornos contractuales diferentes, estatutarios, laborales o sociedades profesionales con responsabilidad financiera.

¿Qué impacto tiene el tamaño del cupo en la Equidad y en la Sostenibilidad?

¿Qué pasaría por tener sueldos médicos nivel Europa?

¿Qué supone disponer del Rol Auxiliar y del Rol Enfermero desarrollados?

¿Cuánto supone la organización y el diferente perfil de comportamiento profesional?

¿Con qué modalidad organizacional gana más la salud del paciente y es más equitativa y sostenible para el Sistema?

¿Es tan terrible, como médico, asumir la responsabilidad financiera? ¿Realmente faltan médicos?

¿Realmente sobran pacientes por cupo?


¿Cómo dar respuesta al conflicto si, aún, de manera política, social y mediática, no se ha identificado el problema?

Si el supuesto es “resolver el problema de ocupación”, con la solución de reducir el número de citas (con la esperanza de que la limitación de las 35 Visitas lo resuelva); o con la de incrementar las contrataciones médicas (incluso multiplicándola por 10 , donde hay 10 médicos, poner 100 médicos), ahondaremos más en el pozo del fracaso. No solo no bajará la Demanda, sino que crecerá geométricamente. Ya, en los resultados del proyecto, vemos cupos con 400 pacientes Y NO SE DA ABASTO. ¿Se
pretende repetir el ejemplo del Dr. Conrad Murray, con solo un paciente, Michael Jackson?

¿Cómo dar con la solución si no se ha definido, el Sujeto de negocio, el Objeto de negocio, el Objetivo de negocio?

¿Si no has definido QUÉ he de hacer (el Objeto de negocio) o ha de hacer el Sistema, cómo vas a saber el A dónde ir y el Dónde estamos?

No, estimados colegas dedicados a la gestión sanitaria, los médicos no están en el Sistema Sanitario para “ver citas”, hacer Visitas, están para Resolver necesidades sanitarias existentes en base epidemiológica y poblacional de la forma más equitativa y sostenible.
Olvida la Visita y mide el 100% de la realidad (actividad en Episodios Modulados y consumos gestionables), para poder reconocer el estado del arte, la relación de condicionantes que has de implementar para que las condiciones de desempeño, además de socialmente convenientes, sean individualmente atractivas (V. Ortún)
Estimado colega, olvida la Visita. No tiene ni presente ni futuro. Abraza con denuedo el verbo Resolver y aparca, para siempre, el atender, controlar, asistir, ver, conciliar, entretener ….

No. Realmente no hacen falta más médicos.
Sí. Si es imperativo multiplicar por 3, por 3, un 300%, el nº de administrativos, auxiliares y enfermeras, lo que es perfectamente factible, incluso, generando enormes cifras de liquidez.
No. No va de más médicos, va de más tiempo de médico, de más complejidad médica, de más medicina, de más competencia profesional.
Lo que “A este lado del espejo” demuestra es que pagar a los médicos a nivel europeo con cupos de 2000 o más pacientes, con el triple de personal no médico, no solo es socialmente conveniente, individualmente atractivo, sino que es extraordinariamente rentable.

¡Tú verás!

Los constipadillos

En un pueblo manchego, muy aficionado al baloncesto, se celebraba una de las finales del campeonato júnior. Como en otras ocasiones, un equipo de la capital acudía a la contienda contra el conjunto local, en este caso era el de la facultad de medicina. La federación dejaba, por entonces, cierta manga ancha en la adscripción de jugadores tanto en la edad como en la pertenencia al club que decían defender. Además, como no eran épocas de bonanza económica, los equipos se desplazaban en transporte público y se alojaban en casa de familias de la localidad que, gustosamente, acogían a los jugadores rivales. Uno de ellos compartía la sobremesa con una de las familias, cuando el padre, al ver que el jugador que le había «tocado» era talludito, le comentó con el ánimo de entablar conversación y algo zumbón: «Ya estarás a punto de acabar la carrera y ser médico», a lo que el presunto estudiante de medicina contestó: «¡Qué va! Todavía voy por los constipadillos».

Algo similar ha sucedido con políticos y algunos médicos con motivo de los recientes conflictos en la Atención Primaria madrileña. En desafortunadas declaraciones, tanto la presidenta de la Comunidad como el presidente del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid han manifestado: «El principal problema de la huelga es el peligro de saturar los hospitales»

Como dice Julio Bonis en un lúcido comentario, la Atención Primaria seguirá en crisis, mientras nuestros políticos y dirigentes sigan cayendo en el error de creer y actuar como si la función de la Atención Primaria fuese atender problemas menores, para que los pacientes no molesten en el hospital. La Atención Primaria seguirá en crisis, mientras nuestros políticos y dirigentes sigan cayendo en el error de creer y actuar como si la función de la Atención Primaria fuese atender problemas menores, y (esto lo añado yo), realizar los engorrosos tramites burocráticos de la incapacidad temporal propios y los del hospital.

La Atención Primaria seguirá en crisis, mientras nuestros políticos y dirigentes sigan cayendo en el error de creer y actuar como si la función de la Atención Primaria fuese atender problemas menores, para que los pacientes no molesten en el hospital.

También explica que nuestra especialidad ha fallado en hacer saber a los especialistas hospitalarios, a los responsables políticos e incluso a algunos médicos de familia, que el médico en Atención Primaria no es aquel «no-especialista» que trata los problemas menores, como los constipadillos, para que el médico de verdad, el que trabaja en el hospital, pueda atender los problemas importantes. Por el contrario, es el especialista en los problemas frecuentes de su grupo de pacientes y en el uso de la tecnología y el conocimiento más avanzado disponible fuera de un hospital.

Sigue en AMF-actualización en medicina de familia

Una guía en cuatro minutos de rudimentos sobre la salud y la asistencia sanitaria para los responsables de mantener los sistemas sanitarios.

Traducción de A four minute guide to the rudiments of health and healthcare for those responsible for maintaining health systems por Richard Smith, publicado en BMJ en https://doi.org/10.1136/bmj.p107

Salud y sanidad son cosas distintas

Las conversaciones sobre salud se convierten rápidamente en conversaciones sobre sanidad, pero la sanidad se ocupa sobre todo de la enfermedad. La salud no es un producto de los sistemas sanitarios.

La sanidad sólo representa el 10% de la salud

La salud es difícil, probablemente imposible, de definir, pero según cualquier definición la asistencia sanitaria sólo representa alrededor del 10% de la salud. La salud de las personas viene determinada por otros factores: sus circunstancias vitales, su entorno, sus genes y su estilo de vida, todos ellos entremezclados.

El aumento de la financiación sanitaria empeora paradójicamente la salud

Gastar más en sanidad desplaza la financiación de las prestaciones, las pensiones, la educación, la vivienda, el transporte público, el rediseño urbano, las artes, los deportes y otras actividades que son más importantes para la salud que la sanidad. Se crea así un círculo vicioso en el que una peor salud se traduce en más enfermedades que el sistema sanitario debe ayudar a tratar.

Los costes de la asistencia sanitaria aumentan sobre todo por las posibilidades de hacer más para responder a las enfermedades

Los costes de la sanidad han aumentado más deprisa que la inflación desde que se puso en marcha el SNS y otros sistemas sanitarios, principalmente a causa de las nuevas pruebas y tratamientos. Siempre se dice que los costes aumentan por el envejecimiento de la población, pero ese no es el principal factor, aunque son las personas mayores las que consumen la mayoría de las nuevas pruebas y tratamientos.

El aumento de la oferta es un importante motor de la demanda

Más médicos, más tratamientos, más pruebas y más camas de cuidados intensivos significan más actividad. Las unidades de cuidados intensivos se llenan igual que las nuevas carreteras y las nuevas cárceles, y la gente, sobre todo los moribundos, está ansiosa por someterse a tratamientos que pueden prolongar su vida (aunque a menudo no lo consiguen).

Una vida más larga va acompañada de periodos más largos de mala salud

En los años 80 nació una idea muy atractiva: la «compresión de la morbilidad». La idea era que la duración de la vida era fija -en torno a los 85 años- y que la mejora del entorno y de la asistencia sanitaria implicaría que las personas gozarían cada vez de mejor salud, comprimiendo el tiempo entre la aparición de la enfermedad y la inevitable muerte a los 85 años. La enfermedad se reduciría y los costes bajarían. Por desgracia, la «compresión de la morbilidad» sigue siendo una fantasía. La duración de la vida ha aumentado (hasta hace poco, cuando disminuyó para muchos) y el tiempo que se pasa con mala salud ha aumentado aún más.

La prevención no es más barata que el tratamiento, sobre todo a largo plazo

Principalmente por la razón descrita anteriormente, la prevención no suele ser más barata que el tratamiento, sobre todo a largo plazo.

Pocos pacientes se curan

Cuando se creó el SNS, la enfermedad se debía principalmente a enfermedades infecciosas y traumatismos, ambas potencialmente reversibles o «curables». Ahora, la mayor parte de la asistencia sanitaria se ocupa de personas con múltiples enfermedades de larga duración que no pueden curarse.

La división entre sanidad y asistencia social no tiene sentido

La mayoría de las muertes se deben ahora a la fragilidad (que podría llamarse vejez) y a la demencia. Estos pacientes al final de su vida necesitan cuidados, no tratamiento. Lo mismo ocurre con muchas personas discapacitadas. Tener asistencia sanitaria gratuita y cobrar por la asistencia social no tiene sentido, sobre todo con la capacidad de la asistencia sanitaria para consumir cada vez más recursos.

Hay grandes diferencias en todos los aspectos de la asistencia sanitaria

Dondequiera que se mire en la asistencia sanitaria -si la gente acude al médico por enfermedad, las derivaciones de los médicos de cabecera a los hospitales, las tasas de infección en los hospitales, las tasas de prescripción, los resultados de los tratamientos- se observa una enorme variación, la mayor parte de la cual no tiene explicación. Los intentos de reducir la variación han fracasado en gran medida.

El coste y la calidad de la asistencia sanitaria no están correlacionados

Si se paga más por un hotel o una botella de vino, se obtiene una experiencia mejor, pero no ocurre lo mismo con la asistencia sanitaria. La correlación entre coste y calidad es débil en la asistencia sanitaria, en parte por la enorme variación descrita anteriormente.

El bienestar de las personas con enfermedades de larga duración depende de ellas mismas y de sus cuidadores, no del sistema sanitario.

Si tiene meningitis, no será usted quien decida si vive o muere, sino los médicos. Pero por cada persona con meningitis hay decenas de miles con enfermedades de larga duración como diabetes, artritis, insuficiencia cardiaca y asma. Lo bien que les vaya a estas personas lo determinan principalmente ellas mismas y sus cuidadores: cómo reaccionan, qué comen, cómo hacen ejercicio y si cambian de vida y siguen sus tratamientos.

La mayoría de los cuidados no los prestan los profesionales sanitarios, sino la familia y los amigos.

Una persona que padece diabetes, cualquier enfermedad de larga duración o se está muriendo sólo ve a los profesionales sanitarios unas pocas horas al año. El resto del año deben ser atendidos por ellos mismos, sus familiares y amigos.

La asistencia sanitaria, en particular la hospitalaria, es peligrosa

Aproximadamente una de cada diez personas que ingresan en un hospital sufre un acontecimiento adverso, y aproximadamente una de cada cien morirá. La atención primaria es menos peligrosa.

La sanidad no puede reducir las desigualdades en salud

Las desigualdades en salud -por ejemplo, la diferencia de 15 años en la esperanza de vida entre ricos y pobres- vienen determinadas sobre todo por factores sociales (y políticos). La sanidad puede hacer poco contra las desigualdades.

Una mayor proporción de atención primaria respecto a la hospitalaria significa más satisfacción del paciente, mejores resultados y menores costes.

Los hospitales son la parte más cara del sistema sanitario y sistemáticamente se destina más dinero a los hospitales que a la atención primaria. Sin embargo, hace tiempo que sabemos que una mayor proporción de atención primaria respecto a la hospitalaria se traduce en una mayor satisfacción de los pacientes, mejores resultados y menores costes.

Traducción realizada con la versión gratuita del traductor http://www.DeepL.com/Translator

El NHS está enfermo, pero es tratable

Editorial. The Lancet, enero 2023

Traducción no autorizada

El SNS tiene 75 años y está enfermo. Los pacientes con sospecha de infarto esperan una ambulancia cinco veces más que el objetivo de 18 minutos. En 2022, 347 707 pacientes pasaron más de 12 h en los servicios de Urgencias esperando cama, cuatro veces más que en los 10 años anteriores juntos. El exceso de muertes en 2022 fue el más alto de los últimos 50 años. Se está produciendo un número récord de bajas de personal del SNS. Por desgracia, es probable que las cosas empeoren antes de mejorar. Por primera vez en la historia del NHS, tanto el personal de enfermería como el de ambulancias irán a la huelga el 6 de febrero, a menos que se llegue a un acuerdo sobre los salarios. Los médicos en formación también votarán si van a la huelga. Este es, sin duda, el momento más peligroso para el NHS desde su creación.

Los problemas crónicos y agudos se han combinado para fomentar este rápido deterioro. Aunque los síntomas llevan ahí al menos desde 2015, se han diagnosticado mal y no se han tratado. La falta de inversión, la escasez de personal y el funcionamiento del sistema a plena capacidad se han visto exacerbados por la profunda desmoralización y el agotamiento del personal del SNS, el aumento de la demanda de servicios y los aumentos invernales del COVID-19 y la gripe. Se ha descuidado la salud de la población, y se ha ignorado el estancamiento de la esperanza de vida y los problemas del sistema de asistencia social.

En el debate sobre las soluciones, hay varias distracciones inútiles. En primer lugar, el Gobierno tiende a creer que el modelo actual del SNS es insostenible y necesita un cambio radical, con copagos y mayores contribuciones de los usuarios en función de sus recursos, como reveló recientemente el ex Secretario de Sanidad Sajid Javid. Esta opinión es profundamente errónea. Con el enfoque adecuado, el SNS es sostenible y debe mantener el principio de prestar asistencia gratuita donde se necesita, que es la base de una sociedad justa. En segundo lugar, que el NHS tiene un problema de productividad; que no hace lo suficiente con lo que se le da. Esto es malinterpretar el propósito de la asistencia sanitaria, que no es una fábrica de enfermos, juzgada según crudas métricas de eficiencia, sino un servicio basado en la atención, la compasión y la calidad. Seguir centrándose en hacer comparativamente más por comparativamente menos es peligroso y obviamente perjudicial. En tercer lugar, que los retos a los que se enfrenta el NHS pueden resolverse recurriendo a un sector sanitario privado más fuerte. La mano de obra del sector privado del Reino Unido procede en su mayor parte de la misma mano de obra que compone el sector público. Robar a uno para apuntalar a otro mientras se fractura fatalmente el servicio sanitario no tiene sentido. En cuarto lugar, es improbable que una propuesta de Comisión Real o de consenso entre partidos resulte útil. El NHS se enfrenta a una crisis de personal y de capacidad estrechamente vinculada a una crisis de atención social. Tenemos un diagnóstico; el Gobierno debe moverse ahora para tratar estas condiciones. Evitar hacerlo debería verse como una opción ideológica, y no debido a alguna intratabilidad fundamental e innata.

A corto plazo, hay dos soluciones. En primer lugar, el Gobierno debe reconocer que el NHS está en crisis y requiere una acción urgente y sin precedentes. En segundo lugar, debe ofrecer un mensaje de valor al personal del NHS, en forma de compromiso sobre un acuerdo financiero en materia salarial y compromisos no financieros, como abordar las reformas de las pensiones, mejorar las condiciones laborales básicas y cumplir el plan de personal prometido. A su vez, el NHS debe aceptar que, por la causa que sea, tiene un problema cultural. El racismo, el sexismo, la intimidación, el acoso y los conflictos son omnipresentes. Una cultura del trabajo tóxica es una de las razones citadas con frecuencia para abandonar el NHS y repercute negativamente en la atención al paciente.

A largo plazo, la inversión en salud pública y prevención debe incrementarse como principal forma de reducir la demanda en el NHS. El Gobierno debe alejarse de las inyecciones de dinero a corto plazo y utilizar la financiación basada en los impuestos para lograr aumentos sostenidos y predecibles de la financiación. De este modo, la capacidad y la resistencia pueden volver a integrarse en el sistema desde la base, con inversiones en personal, instalaciones y tecnología. El SNS debe mejorar en el desarrollo rápido y la difusión de la innovación, y la adopción de nuevos modelos de trabajo no debe verse bloqueada por los puntos de vista tradicionales sobre funciones y responsabilidades. Cualquier cosa es mejor que el actual modelo de asistencia social, que monetiza la vulnerabilidad, enriquece a unos pocos proveedores y deja a más de una cuarta parte del personal de asistencia social viviendo en la pobreza.

La atención negligente del SNS ha puesto de rodillas al servicio. Pero, en contra de la narrativa popular, hay algunas victorias rápidas. No menos importante es valorar y volver a dar moral al personal del NHS, responsable de proteger la salud de la nación en medio de una crisis económica sin precedentes que está agravando la desigualdad y llevando a miles de personas a la pobreza y la precariedad.

1ª Jornadas sobre atención primaria para médicos de hospital

Formación Continuada Madrileña

1ª Jornadas sobre atención primaria para médicos de hospital

Lugar: Pequeña y cutre Aula Docente del Centro de Salud Caramono. 13 rue del percebe. Se ruega aporten sus propias sillitas

Programa

9,00h-9,15h Bienvenida y recogida documentacion

9,15 -9,30 NO inauguración. (no se invitara a ningún director, coordinador, miembros de dirección asistencial, u hospitalaria y mucho menos a personal de continuidad asistencial)

9,30h-9, 45h Mesa redonda: NO hacer en el hospital :

El proceloso mundo de la vitamina D: no pedir, no mirar, no tratar.

Control por el MAP, su profundo significado

Sobre martillos y clavos (The law of the hammer) Si tienes un martillo, te parecerá que todo lo que encuentras necesita un golpe.

Análisis y acción: no toda alteración analítica necesita un tratamiento, ni una derivación (ponencia compartida entre AP y hospital)

9,45h-11h Talleres: Hacer en el hospital

Como es y como se hace un baja laboral: con ejemplos prácticos de como lidiar con los inspectores

Como mirar un parte interconsulta, a veces y solo a veces, contiene información útil

La receta electrónica: tu también lo puedes hacer

Atención al paciente: lo que es del hospital es del hospital , lo que es de atención primaria es de atención primaria

11h-11,45h Café de melita.

Dinámicas rompehielos para conocerse mejor:

entrevistas tu a tu, entre especialistas hospitalarios y de medicina de familia

aviones de papel

conectando historias

11,45 -13,30 Mesa redonda prínceps. Grandes preocupaciones compartidas entre atención primaria y el hospital

Más no es mejor

Prevenir y curar: mas te vale

El paciente como correo del zar y otros medios de comunicación entre médicos de familia y especialistas hospitalarios.

Errores de planificación: La urgencia como única vía de entrada al hospital

No tienen ni idea: Sofrología para médicos TOP

13,30-14 horas A casa

Bailes regionales y Clausura

Bandolier y Bandolera: proyectiles de evidencia para la práctica clínica. 1999

Criticas a la medicina basada en la evidencia

Traducción del apartado Criticism of EBM de Djulbegovic B, Guyatt GH. Progress in evidence-based medicine: a quarter century on. The Lancet 2017;390 (10092): 415-423

Avances en la medicina basada en la evidencia: un cuarto de siglo después. Criticas a la medicina bsada en la evidencia

Las persistentes críticas a la MBE se han centrado en tres grades cuestiones:

La primera argumenta que la MBE se basa en el reduccionismo del método científico; los críticos se han hecho oír especialmente en relación con la adhesión excesivamente estricta a la pirámide de jerarquía de la evidencia (figura), que consideraban estrecha y simplista. La MBE tardó casi 15 años en responder plenamente a esta legítima preocupación; la sofisticada jerarquía de la evidencia que ofrece el marco GRADE aborda eficazmente la cuestión (figura).

La segunda afirmación es que la MBE fomenta una «medicina de recetario»*, que desalienta la deliberación y el razonamiento clínico y conduce a una toma de decisiones automática. Esta crítica se reformuló en un artículo reciente en el que se planteaba la cuestión de si la MBE es un «movimiento en crisis», y se advertía sobre los enfoques excesivamente algorítmicos (en el proceso, quizá ignorando la frecuente utilidad de los algoritmos). Los críticos han señalado que la atención a un paciente concreto «puede no coincidir con lo que la mejor evidencia (media) parece sugerir». Estos y otros autores lamentan que la MBE haya descuidado los aspectos humanísticos y personales de la atención médica y alejado el centro de atención del individuo. En realidad, la MBE ha promovido agresivamente la necesidad de considerar los valores del paciente en cada decisión sensible a las preferencias. Centrarse en los valores individuales del paciente, que implican su visión del mundo y sus relaciones con su entorno, amigos y seres queridos, es la esencia de la práctica humanística de la medicina.

En particular, desde sus inicios, la MBE se ha centrado en el paciente individual. Algunos aspectos de este enfoque incluían la defensa de los ensayos aleatorizados en pacientes individuales (ensayos aleatorizados N-de-1), destacando las diferencias en el riesgo basal (grandes efectos en pacientes con alto riesgo basal y pequeños efectos en aquellos con bajo riesgo basal), y proporcionando guías para la credibilidad del análisis de subgrupos.

Una tercera crítica es que la MBE promueve el razonamiento basado en reglas en lugar del pensamiento intuitivo y experiencial, que caracterizan el juicio de los expertos. En efecto, la MBE ha sostenido que la evidencia científica debe reflejar un conocimiento públicamente compartido y fácilmente comprensible por todos los profesionales cualificados del campo. Es comprensible que el énfasis de la MBE en el uso de los resultados de la investigación replicable pueda interpretarse como una disminución del papel de la experiencia y del juicio clínico juicioso. De hecho, la MBE valora en gran medida el papel fundamental de los conocimientos especializados en la prestación de asistencia sanitaria, al hacer hincapié en la importancia de un juicio juicioso en la evaluación crítica y la toma de decisiones.

Otra crítica a la MBE es que no existen pruebas de calidad de que su aplicación haya mejorado la atención al paciente. Nos gustaría rebatirla señalando la historia de retrasos de una década o más en la aplicación de intervenciones, como la terapia trombolítica para el infarto de miocardio, y destacando los ejemplos descritos anteriormente de intervenciones inútiles y perjudiciales administradas de forma rutinaria, como la lidocaína a pacientes tras un infarto de miocardio, colocar a los bebés boca abajo para dormir o la terapia hormonal sustitutiva para mujeres posmenopáusicas, que precedieron a la aplicación generalizada de la MBE

En escritos recientes también se ha afirmado que la MBE ha sido «secuestrada» por intereses comerciales que, habiendo aprendido a explotar los principios de la MBE, han estado creando dudas cuando razonablemente no existen, tergiversando el mensaje, y medicalizando cuestiones que se ven mejor como un acompañamiento natural de la experiencia humana. Es cierto, por ejemplo, que la mayoría de los ensayos aleatorios convincentes destacados en los textos orientados a la MBE han sido realizados por la industria farmacéutica. Los escritos de MBE han proporcionado guías para detectar diseños e interpretaciones engañosas de los estudios, por ejemplo, la elección de un comparador inferior o la realización de mega-ensayos y la errónea presentación posterior de efectos muy pequeños como grandes avances. El grado en que estas advertencias y guías han protegido adecuadamente a los clínicos de presentaciones engañosas es, en el mejor de los casos, cuestionable, y probablemente limitado. Los profesionales de la MBE en particular, y la comunidad médica en general, deben seguir luchando contra estas distorsiones que a menudo dan lugar a «demasiada medicina».

Sin embargo, ningún crítico ha sugerido nunca que las pruebas fiables no deban ser una clave para la resolución de problemas y la toma de decisiones eficaces. Los seres humanos somos «informívoros»: necesitamos pruebas para desenvolvernos con eficacia en el mundo que nos rodea.

*Medicina de libro de cocina o de recetario es un término utilizado para describir el uso de algoritmos, protocolos y normas en lugar de en un enfoque integral e individualizado de las necesidades médicas del paciente. Se puede considerar que la medicina de recetario limita la autonomía de los médicos a la hora de practicar el arte de la medicina.

Cuando PD hace su trabajo