Categoría: Bases de datos bibliográficas
merece la pena facilitar el acceso a la información médica (2)
Bueno, pues puede que merezca la pena.
En un estudio realizado por autores argentinos publicado hace un año en el newsletter of the internationalsociety for evidence-based health care y ahora en la revista secundaria Evidence Based Medicine con el título «Qualitative research: Impact of facilitating physician access to relevant medical literature on outcomes of hospitalised internal medicine patients: a randomised controlled trial» se intenta conocer el impacto que tiene brindar a los médicos asistenciales, información proveniente de la literatura médica para contestar preguntas que acaecen durante su práctica clínica diaria.
E
n un periodo de tiempo que fue de marzo a agosto de 2010 los pacientes que ingresaron al servicio de medicina interna fueron asignados a un grupos de intervención (servicio de respuestas) y otro control. Se recogieron todas las interrogantes que surgieron durante las visitas de la mañana, sólo se busco la respuesta las preguntas obtenidas a partir de las discusión relativas a los pacientes hospitalizados que fueron asignados al grupo de intervención (y no de las obtenidas a partir de los casos de pacientes asignados al grupo control). Una vez obtenida la solución fue remitida por correo electrónico diariamente a todos los miembros del equipo médico. Los correos electrónicos incluían un breve resumen de la literatura encontrada , una evaluación crítica de los documentos y el articulo origina en formato PDF. En algunos casos, la literatura fue impresa y entregada en mano, directamente a los profesionales involucrados.
Se midieron variables relacionadas con la salud de los pacientes, tales como mortalidad, traslados a unidad de cuidados intensivos que se analizaron de forma conjunta como una variable combinada , así como tiempo de la hospitalización o tasas de re-hospitalización. Cuando se compararon las variables de los dos grupos los resultados no fueron significativos Sin embargo un subgrupo de pacientes del grupo de intervención (aquellos pacientes cuyos médicos recibieron información entregada en mano), presentaron un riesgo significativamente menor de muerte o de traslado a una unidad de cuidados intensivos, en comparación con el grupo control. Entre los pacientes a partir de los cuales se generan preguntas (sean del grupo control o intervención) se encontró un aumento en el riesgo de ser transferido a una unidad de cuidados intensivos (RR 2,0, IC 95%: 1,1 a 3,9) y una estancia hospitalarias más prolongadas, en comparación con los que no (7,7 vs 6,0 días, p = 0,004 )
Las conclusiones de los autores son que los efectos de la ayuda bibliográfica sobre los resultados clínicamente importantes no se pueden probar en este estudio, pero algunos resultados sugieren que algunas intervenciones, como la entrega de información a mano, podría ser beneficiosa. Como dicen tambien los autores este es el primer ensayo donde se trata de medir el impacto de la ayuda a los médicos sobre los resultados clínicamente importantes de pacientes ingresados.
Aquí esta el primer problema, porque más bien lo que se evalúa es un servicio de ayuda y no la ayuda en si misma. Otros problemas surgen del uso de otros método de ayuda para contestar las preguntas, el escaso numero de pacientes en los que se generaron interrogantes, el bajo poder estadístico que impide poner en valor el resultado negativo, y por ultimo la arbitrariedad y poca concreción en la selección de las preguntas cuya repuesta «merecía» se traspasada en mano a los doctores encargados de los pacientes.
La dificultad de este tipo de estudios se inicia en su planteamiento, para lo cual se deben afrontar muchos problemas incluidos los éticos- curiosamente no parece que los autores se los plantearan- a los que hay que añadir la dificultad de aprehender algo tan intangible como la modificación de las conductas y lo problemático de medir la verdadera repercusión de una información concreta en la toma de decisiones múltiples. Todos se complica si ademas se trata de medir un impacto, que probablemente solo se hará significativo y mensurable, si logra hacerlo en algún momento, a largo plazo.
¿Quiere esto decir que los proponentes de la medicina basada en la evidencia- MBE-, empezamos a poner disculpas fútiles cuando se trata de encontrar la E (de evidencia) en la MBE?, pudiera ser, pero no creo que sea el caso. Este estudio no logra demostrar casi nada, aunque nos aporta valiosa información y se añade a la heterogénea literatura publicada sobre el impacto de la ayuda bibliográfica sobre la práctica médica, y en los que la tendencia es mostrar beneficios en resultados sustanciales, cuando se facilita el acceso a la información a los médicos que cuidan de los pacientes hospitalizados.
Lo que si hace este meritorio de este trabajo es abrir un camino para ser más valientes e imaginativos en la difícil evaluación de los procesos clínicos y su verdadero valor, por no recodar esa máxima de que «ausencia de la evidencia, no es evidencia de la ausencia».
Conviene por ultimo repasar el editorial de Glaziou en el mismo numero de la revista EBM donde comenta algunos de los problemas del estudio, hace hincapié en el tamaño muestral necesario, y lo compara con el famoso carrito de Sackett cuyos resultados fueron publicado en JAMA hace ya algunos años.
Aunque las pruebas para apoyar la MBE son en su mayor parte indirectas y muchas no van más allá de los argumentos, podemos concluir con Straus -citada en el editorial- que: «. . . tal vez sea demasiado pronto para decir si la medicina basada en evidencia los cambios de rendimiento y resultados clínicos porque los defensores piensan que requiere el aprendizaje permanente, y esto no es algo que se puede medir en el corto plazo. «
merece la pena facilitar el acceso a la información médica (1)
La necesidad de que los médicos tengan acceso a las mejores fuentes de información biomédica es puesta en cuestión a menudo, incluso en épocas de vacas gordas. Un elegante menosprecio o la ignorancia más absoluta han sido moneda común en las apreciaciones de gestores y políticos hacia esta necesidad. Todavía recordamos como un hábil gestor decía no entender el porqué de las quejas cuando a pesar de haber suspendido la subscripción de cerca de mil revistas (entre ellas las más relevantes), todavía quedaban unas dos mil por consultar, o esa consejera autonómica que a pesar de su “modernez dospuntocerica” impide a los profesionales el acceso a internet desde la consultas.
Los profesionales interesados en hacer ver esta necesidad tampoco colaboran mucho. Cuando lo que se trata es de resolver las dudas de la práctica diaria, el empobrecimiento inquisitivo de los médicos es notorio, y cada vez más se conforman con una única fuente de información. Que según un estudio, Jano, una (buena) revista de noticias y artículos de opinión con un suplemento clínico de revisiones breves, sea la más apreciada por los médicos de atención primaria, habla poco a favor de estos profesionales, y mucho a favor de la revista. Las sucesivas hornadas de médicos en formación, siguen llegando a los hospitales con un desconocimiento claro de las estrategias más eficaces para conseguir información científico-médica, y lo que es peor, muchos se van con la misma impericia.
Los otros profesionales interesados tampoco han colaborado mucho. La creación de fastuosas bibliotecas virtuales nacidas al albor del exceso de dinero y de las ganas de publicitar algo con muchas lucecitas y tecnología, ha sido (o será) un arma de doble filo. Nuestra s bibliotecas han caído en la tentación tecnológica del acceso digital per se y no como producto de una planificación. No se han evaluado necesidades, ni costes y se han convertido en simples adquiridoras de ofertas. No han sabido posicionarse en la autoridad de la parte que demanda y no han querido convertirse en intermediarias de los deseos y necesidades de sus usuarios. En honor de la verdad cuentan con pocos recursos e influencia pero cuando la han tenido, se ha dilapidado en fuegos de artificio para una promoción fatua o personal.
información para la toma de decisiones
Los sistemas de apoyo a la toma de decisiones en medicina (SATD) van a tener un desarrollo extraordinario tras su inclusión como indicador del uso significativo de la historia clínica electrónica por el programa de incentivos de la HITECH Act
Estos sistemas utilizan la informática para hacer coincidir la información del paciente con una base de conocimientos científico-medico de caracter clínico. Como se menciona en un informe de 2010 de la Agencia para la Investigación y Calidad Americana (AHRQ): «Cuando está bien diseñado e implementado, los SATD tienen potencial para mejorar la calidad de la atención sanitaria, aumentar la eficiencia y reducir los costos de atención sanitaria».
El modelo de las cincos puntos de los SATD se basa en comunicar:
1. La información correcta: basada en la evidencia, propicia para guiar la acción, pertinente a la circunstancias.
2. a la persona adecuada: considerando todos los miembros del equipo de atención, incluyendo médicos, pacientes y sus cuidadores
3. en el formato adecuado: como una alerta, conjunto de ordenes, o información de referencia para responder a una pregunta clínica.
4. a través del canal correcto: por ejemplo, un sistema de información clínica , como hisoria clínica electrónica, historia personal sanitara, o un canal más genera, tal como Internet o un dispositivo móvil
5. en el momento justo durante el trabajo: por ejemplo, en el momento de la decisión / acción / necesidad
Estimada Elena (I)
Canícula, sombra entreverada de parra agosteña, olor a patio regado, pan con chocolate y el “transitor” en el medio de un círculo de serijos rematados por orondos culos femeninos que empezaban a bullir nadas más iniciarse la melosa sintonía del programa de Doña Elena Francis.
Enseguida la primera pregunta:
Estimada Elena Francis;
Me dirijo a usted debido a que me encuentro en una situación absolutamente desesperada.
Hace diez años que estoy casada con mi marido, un buen hombre, trabajador, responsable y un buen padre para mis hijos, pero que últimamente pasa poco tiempo en casa, apenas me dirige la palabra, no me hace el menor caso y le encuentro irritable cuando llega por las noches cansado y sin ganas de cenar. Nunca hemos reñido, pero hará un par de semanas tuvimos una fuerte discusión……………… ……..
Desesperada de Pamplona.
Es inevitable cada vez que repaso las fuentes de información en medicina y llego a los denominados sistemas Q &A (question and answering) recuerde el consultorio de Elena Francis. Estas herramientas no muy conocidas en el ámbito de la recuperación de información se basan en un hecho conocido: las herramientas más útiles para los médicos son aquellas que siendo validas y relevantes requieren un menor esfuerzo para conseguir la información.
Está claro que lo que requiere menor trabajo es preguntarle a un colega o experto, y de hecho casi todos preferimos esta fuente de información el problema es que las respuestas de los colegas puede que no sea muy válidas o poco relevantes, y no digamos nada de lo expertos.
Los servicios Q&A resuelven este problema al estar las respuestas en búsquedas de la mejor evidencia. Uno de los médicos más inquietos de este mundillo, el médico general gales Jon Brassey inicio en 1997 uno de los primeros servicios de este tipo: ATTRACT , en respuesta a la evaluación de las necesidades de información en médicos de equipos de atención primaria de Gwent, Gales. Los médicos estaban dispuestos a «la práctica basada en la evidencia ‘, pero no tenían tiempo y/o experiencia para enfrentarse a las búsqueda de información. Lo que los médicos querían era un acceso rápido a la literatura a través de un mecanismo eficaz y que no costara demasiado. Desde sus inicios la mecánica de funcionamiento ha sido similar- los médicos contactan con ATTRACT con una pregunta clínica, por ejemplo:
¿Hay alguna evidencia para la terapia a largo plazo con aciclovir oral en la prevención de herpes labial?
Se busca rápidamente la información, se valora críticamente esta información encontrada y se realiza un resumen que se devuelve al clínico a través de correo electrónico o fax en el menor tiempo posible. No se pretende producir revisiones sistemáticas (en el sentido de MBE) por cada respuesta y se hace lo que se puede en el corto plazo del que se dispone aunque se controla mucho la calidad de las contestaciones.
MacMas: de la estantería al conocimiento
Una cuestión que nunca entendieron los del Plan de Calidad antes de salir en estampida, es la diferencia entre buscador federado y multi o metabuscador. Tampoco los responsables de proporcionarnos acceso a la información científica, entienden la diferencia entre estanterías y bibliotecas virtuales.
Estanterías virtuales son una serie de recursos acumulados sin mucho orden ni concierto, pero dispuestos con cierta simetría y a los que solos se puede acceder de forma individual. Es lo que han hecho la mayoría de las comunidades autónomas de nuestro país con mejor o peor fortuna (en esta mi comunidad, con malísima). Es incompresible como personas que con su trabajo convierten una sucesión de estanterías en una biblioteca física o incluso un centro de conocimiento, no hayan podido trasladar este hecho diferencial cuando de recursos electrónicos se trata.
La mayoría de las pomposas nuevas bibliotecas digitales no son más que acumulos de recursos tipo estantería, eso sí en forma de enlaces hipertexto y en una página web. La cantidad de enlaces y el diseño de la página es más o menos afortunado dependiendo del presupuesto, y este parece ser lo único que hay de diferencia entre las distintas bibliotecas virtuales que al albur de un buen momento económico han proliferado por nuestro país.
Toda esta perorata inicial tiene un doble objetivo animar críticamente a nuestras bibliotecarias para que aporten el valor añadido de su trabajo (si su jefes les dejan y les dan más recursos humanos) a las llamadas bibliotecas virtuales y a presentar un recurso sencillo pero a la vez útil para facilitar el acceso a la información como MacPlus FS (federated search).
MacPlus se basa en la idea de que ningún recurso documental es suficiente de forma aislada para localizar todas las evidencias necesarias y de calidad para la toma de decisiones en la práctica clínica, es decir que no hay ningún recurso global. MacPlus un buscador federado diseñado para proporcionar la mejor evidencia actual para tomar decisiones clínicas. ¿Como lo hace? Facilitando las búsquedas de forma simultánea en varios servicios y recursos de información basados on line de forma simultánea. La búsqueda en MacPlus FS está jerárquicamente organizada de acuerdo al famosa pirámide de haynes (Sistemas, Síntesis, Sinopsis, Síntesis y eStudios) y da acceso a los recursos más adecuados para localizar cada tipo de evidencia-documento según el estrato de la pirámide donde nos encontremos son variados primándose los recursos prevaluados MBE.
Este recurso solo esta disponible para personas que estudian o trabajan en la universidad de McMaster, se cita aquí a modo de ejemplo
TILT
Los que ya peinamos canas recordamos esta palabra como claro indicio de que habíamos cometido falta en las maquinas de bolas también conocidas como pinball, flippers o petacos. Todos odiábamos cuando la maquina como respuesta a nuestros repetidos y maliciosos empellones respondía quedándose trabada y sin poder continuar el juego. El luminoso y destelleante TILT era la señal de que la maquina nos había pillado y debíamos comenzar una nueva partida o gastar un duro de nuetra escasa economía si el marcador ya estaba a cero.
Para los médicos y a partir de ahora TILT va tener un nuevo significado porque es el acronimo de Today I Learnt That que promete ser una nueva y revolucionaria forma de acceder a la información médica
Realizada por el ingenioso padre de Tripdatabase Jon Brasey, esta aplicación verdadera MBE 2.o es una nueva y eficiente manera de gestionar el conocimiento en medicina.
Seguiremos informando porque merece la pena.
el más rápido en la ciudad de la información medica
Speed, accuracy, and confidence in Google, Ovid, PubMed, and UpToDate: results of a randomised trial.
Velocidad, precisión y confianza en Google, Ovid, PubMed o UptoDate: un ensayo aleatorizado.
Este es el titulo de un artículo publicado en la revista Postgraduate Medical Journal donde se evalúan cuatro herramientas de búsqueda de información utilizadas para responder preguntas clínicas y se evalúan en términos de precisión, velocidad y grado de confianza de los usuarios.
De diciembre 2008 a junio 2009, estudiantes de medicina, médicos residentes y médicos de la University of Virginia Health System, contestaron a un conjunto de cuatro preguntas clínicas relacionadas con la anestesia y/o cuidados intensivos con un plazo de 5 min, y utilizando Google, Ovid, PubMed, o UptoDate (sólo una herramienta de búsqueda por pregunta). Al final de cada búsqueda, los participantes estimaron sus resultados en una escala de cuatro puntos de confianza. Una a tres semanas después de responder a las primeras cuatro preguntas, los usuarios se asignaron al azar a una de las cuatro herramientas de búsqueda, y se les pidió responder ocho preguntas, cuatro de las cuales se repitieron. La variable de resultado primaria fue definida como una respuesta correcta con el mayor nivel de confianza.
De los resultados se deduce que los usuarios de Google y Uptodate eran más propensos que los usuarios de PubMed a responder a las preguntas correctamente. Los sujetos tenían más confianza en UpToDate, mientras que Google era la herramienta de búsqueda más popular. Las búsquedas en Google y UptoDate fueron más rápidas que las búsquedas en PubMed o con Ovid.
Los autores concluyen que las herramientas de búsqueda no basadas en Medline no son inferiores a las que si se basan en esa base de datos cuando se trata de contestar con evidencias preguntas clínicas relacionadas con anestesia y los cuidados intensivos.
Mi conclusión es que por fin tenemos la coartada para poder utilizar Google sin complejos de documentalistas revenias. Serendipia para unos, la nueva forma de buscar información médica para otros, el uso de herramientas de búsqueda como Google une a su potencia, la rapidez y facilidad de uso lo que revierte en un ahorro importante de esfuerzos en las búsquedas de información. Se pueden encontrar herramientas de búsqueda y base de datos mejor construidas, más estructuradas, incluso más científicas, pero ¿son tan útiles como Google?
busca en la pirámide
la tentación totalitaria (III)
o como la realidad supera a los ejemplos que comentamos en el blog
Cuento copiado del excelente BibliotecaMédicaVirtualBlog
Había una vez unos bibliotecarios de Ciencias de la Salud en una Comunidad Autónoma de España, que tenían el anhelo y la necesidad de que sus usuarios fueran felices con sus bibliotecas. Esto suponía ponerse a trabajar en crear una biblioteca virtual que diera a todos la mayor y mejor información posible para realizar sus tareas asistenciales, investigadoras y de formación continua posible.
Con el paso del tiempo y, aunque las plantillas de estas bibliotecas eran y son claramente insuficientes, trabajaron mucho mucho mucho y por fin vieron una lucecita al final del túnel: consiguieron que se aumentaran los presupuestos para suscripciones y bases de datos y que los usuarios empezaran a estar muy muy contentos, pues ya tenían acceso a muchísima más información y muchísimo más rápido.
Esta buena noticia incluía a nuestros propios usuarios y a las bibliotecas externas que nos solicitaban artículos.
Pero un día de agosto de 2009, algún ser supremo de otra Consejería, decidió que se leía mucha prensa en el trabajo y que eso hacía mermar la productividad de los trabajadores de toda la Comunidad Autónoma, y se optó por impedir el acceso a muchas de las suscripciones electrónicas y de bases de datos como PubMed.
Contrataron a una empresa externa para que filtrara las URL y entonces ¡Dios mío! ahí entraban las revistas médicas y de investigación y desde entonces hay revistas de Ginecología que las “categorizaba” como “contenidos para adultos” o de Pediatría que las “categorizaba” como “contenido pederasta” o PubMed que lo “categorizaba” como “prensa”, a las que no podía acceder.
Los bibliotecarios se quejaban, lloraban, explicaban y suplicaban que esto era un esperpento y un despropósito, pero no conseguieron nada y el ser supremo seguía sin solucionar el problema.
*¿Cuál es el final del cuento? Os preguntaréis. Pues que éste no es un cuento: es la realidad que estamos viviendo los bibliotecarios de Ciencias de la Salud de la Comunidad Autónoma de [***] y todos nuestros usuarios y que, de momento, no tiene visas de ser solucionado.*
*Yo, desde aquí, pido perdón a todos ellos por haberles hecho creer que íbamos en el buen camino para conseguir una buena Biblioteca Virtual y decirles también que NO NOS HEMOS RENDIDO.*
*** y la comunidad autonoma, como no podia ser menos es:… ¡Castilla-La Mancha!
donde esta el dinero
investigación científico médica y actividad económica
