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Gestión demanda espontanea y presurosa
Mientras que la demanda en atención primaria crece según pasan los años, las medidas para enmarcar su impacto en la carga de trabajo de los médicos brillan por su ausencia. Incluso en época de crisis, ideales para experimentar cambios,según comentan los guruses, no se han introducido cambios sustanciales en la forma de gestionar la consulta más allá de las cosméticas facilitadas por las nuevas tecnologías.
Lo que los anglosajones llaman “patient requesting same-day appoitment” o paciente que solicita consulta a demanda para el mismo día, es lo habitual en los centros de salud españoles, mientras que es mucho menor en las consultas de los General practitiones (GPs) ingleses. A pesar de todo en ese país se han intentado varios modelos para gestionar esta demanda, uno de los cuales es la clasificación previa por teléfono o triaje por parte de profesionales sanitarios.
EL ensayo «Telephone triage for management of same-day consultation requests in general practice (the ESTEEM trial): A cluster-randomised controlled trial and cost-consequence analysis publicado este mes en la revista Lancet es un estudio en el que se aleatorizaron 42 centros de atención primaria en tres grupos: uno en que los pacientes que solicitaban atención ese mismo día (no urgente) era evaluados vía telefónica (triaje) por médicos del centro, otro grupo en el que intervenían enfermeras con un sistema informatizado de ayuda a la toma de decisiones y un último grupo que recibían la atención habitual. Se evaluaron los datos de 16.211 pacientes de 42 centros y la variable principal de evaluación fue la carga de trabajo de atención primaria, considerada esta como el número de contactos del paciente con el sistema sanitario, 28 días después de la solicitud
Durante el periodo de estudio, los grupos en que un profesional efectuaba triaje, las consultas presenciales disminuyeron en comparación con el grupo de atención habitual, en concreto un 40% (RR 0, 61, 95% CI 0,54-0,69) para el grupo de triaje por el médico, y un 20% (0, 80, IC 0,71-0, 90) para las enfermeras. Sin embargo ambos grupos se asociaron con más contactos (otro tipo de consultas), los centros que introdujeron triage por un médico general un incremento del 33% en la media de contactos por persona en comparación con la atención habitual (2, 65 vs 1 · 91), y las que dispusieron de triaje por enfermería un aumento del 48% (2, 81 vs 1,91). Los pacientes que recibieron triage por enfermería informaron una menor satisfacción global de los destinatarios de la atención habitual y del grupo en el que el medico realizaba el triaje. Este ensayo pragmático de acompaño de un análisis económico simple que mostró que las tres estrategias tenían costos similares.
Con estos resultados lo que se ve es que los sistemas de triaje telefónico para estos pacientes evitar visitas innecesarias a la consulta, pero a costa de aumentar otro tipo de consultas (telefónicas, presenciales fuera de horario, urgencias o diferidas) de tal forma que el trabajo se redistribuye. Todo ello sin comprometer la atención el paciente o los costos. Que esta redistribución sea considerada beneficiosa dependerá de muchos factores muy ligados al sistema sanitario y a la organización de la atención primaria. El estudio tiene una aceptable validez externa, pero sus consideraciones, solo tendrán valor como información genérica si se intenta extrapolar a diferentes países y sistemas, donde varían elementos sustanciales como, por ejemplo, la forma retribución de los actos médicos.
Como se señala en el editorial acompáñante los médicos de atención primaria en todo el mundo están atrapados en medio de una crisis de oferta limitada y demanda en ascenso, con la necesidad adicional de equilibrar una atención cada vez más compleja con la necesidad, real o sentida, por parte de los pacientes de obtener atención el mismo día que la solicitan.
Los políticos (los españoles de forma particularmente irresponsable) y los primaristas de salón alientan a la población a este supuesto derecho, pero no aportan ninguna solución real al desafío que esta imposición conlleva. La optimización del flujo de trabajo dentro de la atención primaria (utilizado por ejemplo a TODO el equipo de atención primaria con eficacia) es esencial para mantener este equilibrio y este desafío de proporcionar una atención segura y rentable que satisfaga las demandas de los pacientes.
En nuestro sistema los intentos de cambio para hacer mejor las cosas, lejos de favorecerse se entorpecen con normas absurdas, obligaciones burocráticas espurias, intereses de grupo y atonía en innovación y liderazgo. Si la carga de trabajo que en UK significan estas demandas de atención al mismo día es de un 35 %, en los centros de salud de nuestro país es más del doble Sería poco realista plantearse unos estudios en España que evaluaran medidas para modular esta demanda, cuando lo que se necesita una reforma de mayor calado que reduzca no solo la demanda, sino también muchos aspectos de la gestión cotidiana de los centros de salud.
Esperando a Quí (2)
Una posible solución al problema que se planteaba en el anterior post es, como se indica en esta noticia compensar la perdida de tiempo de los pacientes con pagos en efectivo u otro tipo de prebendas.En España con un sistema sanitario gratuito con médicos asalariados difícilmente se podría aplicar,no obstante se podría retomar la idea y reconvertirla en algo eficaz para evitar este problema. Se ve con demasiada frecuencia en centros de salud y hospitales agendas de imposible cumplimiento o citas de varias personas a la misma hora o con minimos intervalos de diferencia. Bastaría con algún tipo de penalización de estas practicas para que acabaran o al menos se moderaran. Al fin y al cabo estamos viendo llegar nuestros trenes puntuales, una cosa inimaginable hace años.
A continuación consejos que da la CNN para ¿Qué hacer cuando tu médico te deja esperando?
1. Envía a tu médico una cuenta a pagar
Sigue el ejemplo de la factura que Farstad envío a un médico impuntual. Ella dice que en los últimos años ha cobrado a seis médicos que tenían más de 30 minutos de retraso, y la mitad de ellos ha pagado.
2. Encuentra un médico puntual
Busca recomendaciones de tus amigos. Si eres muy apegado a las rutinas y no quieres sacrificar calidad, puedes buscar incluso en el mismo hospital o hablar con los pacientes del mismo consultorio para saber si sus médicos también los hacen esperar.
3. Programa tu cita inteligentemente
Trata de reservar la primera cita después de la comida o la primera del día. Evita los días feriados si tu médico también trata a niños.
4. Menciona a los médicos en este artículo, a tu propio médico
Los médicos podrían pagar de forma preventiva si se enteran de que sus colegas están haciendo lo mismo.
5. Bloguea sobre lo impuntual que es tu médico
DeBronkart, quien bloguea como E-Patient Dave, escribió sobre su experiencia de espera de 45 minutos para conseguir una radiografía. Dice que posteriormente el jefe de práctica de radiología lo llamó y reconoció que tenían que cambiar la forma en que programaban a los pacientes.
que cosas tiene mi Patri
Reproducimos la carta de la SOMAMFyC ante la supuesta Agenda de calidad que pretenden imponernos en la comunidad de Madrid.
Estimada Directora General de Atención Primaria:
Hace un año se discutió y elaboró un documento para la unificación e implantación de un modelo de “agendas de calidad” en toda la Atención Primaria de la Comunidad de Madrid. Como bien sabe, SoMaMFyC nunca ha compartido el redactado ni el contenido final del documento y pidió expresamente cambios en el mismo para poder aceptarlo y refrendarlo. Tras un año sin noticias del mismo, ahora se ha presentado a los gerentes y se ha trasladado a los EAP para su implantación el próximo septiembre de 2010.
La Atención Primaria madrileña, como el resto de España, presenta una muy alta frecuentación, lo que constituye uno de los problemas principales. Esa frecuentación viene originada por muchos motivos, seguro que una parte es responsabilidad de cada médico dada la variabilidad, pero sobre todo se puede atribuir en gran medida a la burocracia que nos obliga a reiterar visitas para recetas, bajas, informes, etc, que ha contribuido a banalizar el acto médico y a restarle valor. Como sistema público de acceso universal, algo que consideramos positivo y valioso, el paciente accede libremente y según su criterio, lo que garantiza la equidad y es reconocido por los pacientes en las encuestas de opinión.