Categoría: industria farmacéutica
Gana Prescrire
La revista francesa Prescrire es un ejemplo mundial de independencia y ciencia, uno de los mejores boletines que podemos utilizar para formarnos un juicio sobre los medicamentos, su utilidad y su mejor forma de uso.
Prescrire ha terminado en los tribunales por la demanda del laboratorio Astellas Pharma, que juzgaba inadmisible la crítica a la ampliación de indicaciones del tacrolimus tópico, en la dermatitis atópica. Dicho medicamento es un potente inmunosupresor que requiere un uso prudente pues se ha asociado a cáncer de piel y linfomas, entre otros efectos adversos. Prescrire desaconsejaba su utilización en la prevención del eccema atópico ya que la relación beneficio-riesgo es desfavorable.
El triunfo legal de Prescrire no elimina “los efectos secundarios” de tal política de demandas, que sobre todo pretende acallar discrepancias y críticas científicas “en origen”. Es decir, lograr la autocensura y limitar la libertad e independencia científica hasta tal punto que se publiquen sólo comentarios favorables o neutrales respecto a la utilidad, mejor uso y seguridad de los medicamentos.
Los medicamentos tienen un campo de honor en el tratamiento de las enfermedades y de los problemas de salud, y sin ellos la vida sería muy distinta, a peor. Pero tan malo sería la falta como es el exceso de medicamentos, por cuanto no existe el medicamento sin efectos adversos. Es imposible utilizar un medicamento sin que se produzcan al tiempo beneficios y daños, y el equilibrio es muchas veces sutil (y desconocido frecuentemente en los nuevos medicamentos). Por ello los profesionales y estudiantes sanitarios precisamos de revistas como Prescrire que analicen con independencia el beneficio-riesgo de los medicamentos, solos o asociados, en la indicación principal y en otras indicaciones, y en pacientes con una y con múltiples enfermedades.
Por todo ello rechazamos de plano la política de demandas judiciales que pretenden limitar o evitar la libertad de crítica científica. En España ya tuvimos un ejemplo que también terminó con el triunfo de la independencia (el caso Merck contra Laporte), pero no basta con lograr la absolución judicial pues el fondo de la cuestión no es ni la multa ni la cárcel sino la seguridad de los pacientes y el beneficio social.
copago emocional
La mayor parte de los usuarios del sistema sanitario público desconoce el coste de los servicios prestados
La estrategia de hacer conocer a los pacientes el coste real de la atención sanitaria en los sistemas de salud públicos mediante una nota informativa, es una iniciativa que pretende corresponsabilizar a estos del importante gasto en este apartado.
Es lo que se llama facturas sombra y al que creo que es más adecuado llamarle copago emocional.
En cualquier caso es un asunto intermitente y pendular, de tal forma por razones inescrutables en un momento dado la discusión emerge y los polemistas se sitúan en uno u otro bando dependiendo del momento político, o lo que es lo mismo que el que argumenta -o los suyos- este en el gobierno o en la oposición. Uno de los argumentos razonables de los que están contra esta medida, es que está por ver si merece la pena el gasto administrativos y de logística que conlleva, si compensa con el pretendido beneficio didáctico de fomento de la corresponsabilidad; y es que facturar tiene sus gastos y problemas sobre todo en sitios donde no se ha hecho nunca y no están acostumbrados.
Lo que no costaba ningún esfuerzo era la antigua costumbre de poner el precio en los envases de los medicamentos, esta medida tan simple ayudaba a la ciudadanía saber lo que No pagaban por su salud. Sin embargo y por mor de los cambios frecuentes de precios y las presiones del lobby farmacéutico esta simple ayuda ya no consta en los envases, ni siquiera en ese pequeño recuadro troquelado que se suele recortar para adjuntarlo a la receta correspondiente que se denomina cupón-precinto. Gracias a esta desafortunada supresión un paciente pensionista puede estar tomando un medicamento como Pradaxa a 158.19 € la caja, con la misma inquietud económica con la que toma unas gominolas de menta.
Pero de pronto leemos que el flamante conseller de salut catalan, Boi Ruiz anuncia que en Cataluña se incorporara el coste de los fármacos, y eso como exponente del concepto de «sensibilización ciudadana» y cuya pieza clave es una filosofía centrada en el ahorro y la valoración de lo público… ¡joer que frase!
Eso está muy bien pero la medida tiene trampa si leemos con más detenimiento vemos que dice: “Los tratamientos que desde el próximo lunes extenderán los CAP de Girona ya incorporarán el coste de los fármacos”.
Es decir que los pacientes van a saber lo que cuestan los medicamentos, pero el precio lo van tener que poner en el centro de salud, es decir una inútil tarea burocrática más para los sobrecargados centros de atención primaria.
Y digo yo, no será más fácil hacerlo como antes, y como en todos los comercios: cada precio en su cajita
……quien necesita enemigos
Lo que algunos dirigentes entiende por defensa de la profesión y de los que la practicamos, es algo bastante peculiar.
Como muestra un botón extraída de una gloriosa entrevista radiofónica.
Una periodista graciosilla dice lo siguiente:
hay veces que cuando he ido al doctor, me dan una medicina.. y entonces de repente veo un bote para meter los lapiceros con esa misma marca.. y entonce pienso ummmm este me da esta medicina porque aquí… ha habido una visita anterior…ummm… risas
El entrevistado, presidente de una sociedad científica……………….
Como el pez su ilustrisima muere por la boca
Gracias a Rafael Olalde por hacernos accesible ese impagable documento fonográfico.
Les Liaisons Dangereuses
Mi buen amigo Galo Sánchez me envia esta reflexión que no me resisto publicar en el blog- con su permiso naturalmente.
Comentarios sobre el estudio de Chimonas sobre el manejo de la disonancia cognitiva tras reconocer su conflicto de intereses por su interacción con representantes de la industria farmacéutica (en visita médica, regalos, invitaciones y formación).
Chimonas S et al. Phisicians and drug representatives: Exploring the dynamics of the relationship. 2007;22; 184-19 PDF
Este artículo de Chimonas, Brennan y Rothman me ha costado muchas horas, porque lo he leído centímetro a centímetro, he tomado muchas notas y he traducido los diálogos, porque son muy ilustrativos. Yo había creído hasta ahora que mostrando a los médicos evidencias de que sí influye negativamente la industria en su conducta (porque está basada en provocar una progresiva distorsión cognitiva), sería esto motor de un cambio para los que no se taparan los oídos y los ojos, pero este artículo me ha hecho comprender que lo que yo digo en mis artículos sobre la teoría de la disonancia cognitiva de León Festinger, se practica abundantemente en actividades tan comprometidas como la clínica que afecta a terceros.
Sinceramente, no creí que inundara con tanta facilidad el alcanzar la consonancia cognitiva tras una incómoda disonancia cognitiva después de reconocido el conflicto de intereses tan palmariamente. Me imaginaba que en este asunto la disonancia se arreglaba no reconociendo que tal sucedía, como si funcionara a modo de escudo para no ver la realidad. Sin embargo, lo que sucede paso a paso, después del reconocimiento del conflicto de intereses, es que se pone a funcionar la maquinaria de “autoengaño” con creciente eficacia.
En resumen, sería así:
Los grupos de trabajo (grupos focales) de 5-6 médicos se reúnen con un moderador (monitor). Se graban en magnetófono sus conversaciones y se codifican los contenidos:
- En sus diálogos reconocen el conflicto de intereses, así como también manifiestan que no inhiben su interacción con los representantes de la industria farmacéutica.
- Interviene el moderador, concretando el conflicto entre la actuación genérica de los médicos y cómo esa actuación es contraria a los intereses de sus pacientes en beneficios, en seguridad y en costes.
- La actuación más correcta del médico para la defensa de su autoimagen sería decidir no interaccionar con los representantes de las farmacéuticas. Sin embargo, en lugar de eso, actúan (entre lo consciente y lo inconsciente) utilizando los sucesivos pasos del manejo de la incómoda disonancia cognitiva: a) ignorando el problema; b) evitando la responsabilidad; c) enfatizando los beneficios para su “formación” y “económicos y en salud para sus pacientes”; d) desestimando los riesgos; d) minimizando el “valor nominal” del resultado de los estudios experimentales, que muestran la negativa influencia.
Los autores concluyen que, dada la facilidad para el manejo de la disonancia cognitiva, la única solución es la intervención de la política prohibiendo la interacción, porque cualquier otra actuación es fácilmente neutralizada.
Galo Agustín Sanchez.
Phisicians and drug representatives: Exploring the dynamics of the relationship
Phisicians and drug representatives: Exploring the dynamics of the relationship