si los das sin receta pueden dejar de curar
El articulo sobre la venta de antibióticos sin receta al que nos referíamos en una entrada previa y que descubrimos por una noticia de El Mundo se publico a mitad de agosto en Eurosurveillance revista científica europea dedicada a la epidemiología, vigilancia, prevención y control de enfermedades transmisibles, no muy conocida y razón por la cual no la pudimos encontrar en su momento.
Con el titulo Small pharmacies are more likely to dispense antibiotics without a medical prescription than large pharmacies in Catalonia, Spain, dos conocidos médicos de familia interesados en enfermedades infecciosas y con una larga trayectoria docente e investigadora en este campo, hacen el estudio que a muchos nos hubiera gustado hacer aunque solo fuera por poner de manifiesto una irregular situación no habitual en los países vecinos pero que aquí goza de una larga y penosa tradición. Nos referimos a la venta de medicamentos de prescripción sin la obligatoria receta médica y que en el caso de los antibióticos es especialmente sangrante por lo que tiene de frecuente y por su impacto en el desarrollo de resistencias bacterianas.
Fueron precisamente las resistencias a Streptococcus pneumoniae el motivo y la disculpa de una alarmante carta al director publica en el New England Journal of Medicine que ponía sobre aviso a los visitantes que iban a viajar a España durante el año 1992 con motivo de las Olimpiadas de Barcelona y la Expo de Sevilla. Esta carta fue oportunamente contestada por los servicios médicos de las Olimpiadas de Barcelona, si bien siempre queda en el aire la sospecha de que España se comporta en este tema como un país tercermundista, en parte debido a nuestra liberalidad en exigir la obligatoria receta médica para la dispensación de cualquier medicamento que lo requiera.
Salvando esta digresión, decir que los autores publicaron el estudio principal hace un año, en el se describía como durante el año 2008 dos actores acudieron a una muestra aleatoria de las farmacias pidiendo a un antibiótico bajo tres supuestos clínicos simulados: una infección urinaria, dolor de garganta y un caso de bronquitis aguda. Se hicieron vistas a casi doscientas farmacias y se obtuvieron antibióticos en cerca del ochenta por ciento cuando lo que se simulaba era una infección del tracto urinario, el 35% cuando era un dolor de garganta, y el 17 % cuando la bronquitis aguda era el cuadro que se simulaba.
El estudio publicado ahora examina la relación entre el tamaño de la farmacia y la probabilidad de obtener antibióticos sin receta. Para ello y partiendo de los datos estudio principal muestra que de las casi doscientas farmacias visitadas se obtuvieron antibióticos en casi la mitad (45,2%), en dos tercios de las farmacias que se podían considerar pequeñas (un solo mostrador y un máximo de dos profesionales dedicados a la venta), un tercio de las medianas y solo un doce por ciento de las que se podían considerar farmacias grandes.
Se confirma así la hipótesis inicial que suponía que las farmacias pequeñas venden más antibióticos sin receta que las farmacias grandes. Entre todas las razones posibles, la que se alzan como más importantes es la necesidad de las farmacias pequeñas de generar más ingresos con la venta de medicamentos con receta y la necesidad de retener a posibles clientes.
Según los autores estos resultados deben ser tenidos en cuenta por los programas destinados a lograr un uso más prudente de los antibióticos. y según mi opinión es sorprendente de que a pesar que se publiquen estudios como estos – el primero hace más de un año- pasen desapercibidos y sigamos con un escenario similar. Tan cierto es esto último que un médico de familia cuya consulta está muy cerquita del ministerio de sanidad, está haciendo un mapa 2.0 sobre las farmacias de la vecindad que dan antibióticos sin receta.*
* lo que no se es con que objetivo, si hacerles publicidad o como denuncia 2.0
Buenos días: soy farmacéutica adjunta en una farmacia de la zona de Chamartin (Madrid). Estoy de acuerdo con que se denuncia a aquellas farmacias que hacen una mala práxis pero les cuento mi caso personal ( y conmigo el de bastantes compañeros): yo no doy antibióticos sin receta desde hace muchos años y si alguna vez los he dispensado ha sido pq el enfermo se había quedado sin él en mitad de su tratamiento y me lo ha justificado con el informe de su médico y con la promesa de traerme la receta cuanto antes. Sin embargo, podria citarles que hasta 2 y 3 veces por semana , acuden a mi farmacia personas que siendo médicos me solicitan Abs sin receta ( y otros medicamentos) y les tengo que facilitar un folio en blanco para que la extiendan. Y lo gracioso es que, ¡¡encima¡¡ , se quejan por el esfuerzo. No puedo olvidar tampoco, a los pediatras, odontólogos y amigos médicos de la familia que , llegado el fin de semana o la noche, prescriben por teléfono para todo tipo de problemas de salud y , por lo tanto, el paciente nos viene con un «papelito» a retirar los fármacos entre ellos los Antibióticos. Por último, los pacientes que acuden en las guardias con el Informe de Alta de Urgencias a retirar un Ab y que no me vale como receta.Entonces, qué hacemos en la farmacia cuando el paciente cree que los «malos» somos nosotros. ¿Los dejamos sin tratamiento hasta que puedan venir con el documento legal ?. Y con ello no justifico a mis compañeros sino que lo que intento es manifestarles una situación que lleva ocurriendo bastantes años. Y esto por no hablar de otros fármacos como los anticonceptivos: en el 80% de las veces que pedimos la receta para su dispensación o bien nos dicen que no se la ha hecho el ginecólogo o bien acueden con una receta de 2 ó 3 años de antiguedad que por supuesto no nos vale.
En resumen, y sin acritud, que en ambos lados «cuecen habas» señores y que está muy bien denunciar el mal hacer de unos pero también podrían apercibir a los otros. El farmacéutico sólo tiene la receta ,como documento de comunicación con el médico, para saber si el tratamiento que nos demanda un paciente ha sido indicado por su doctor o se trata de una automedicación (tan frecuente en este bendito país).
Atentamente, un saludo,
Angela Mª Rivas Martin. Farmacéutica colegiada Nº: 7194 en Madrid
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Estimada Angela,
Gracias por tu mensaje y también por contarnos tu experiencia personal y profesional. El tema es lo suficientemente duradero como para que no se pueda solucionar de un plumazo y me imagino los malos tragos que se deben pasar en la farmacia ante usuarios «molestos» por no conseguir su medicación, cuando «toda la vida se lo han dado sin receta».
Por otro lado parece mentira que seamos los mismos médicos los que despreciemos una norma propuesta en cierto modo por nuestra profesión, también habrá que «educarnos» En cierto modo es lógico este proceder- por parte de todos- son muchos años de escenario salvaje en los cuales lo de «con receta médica» era una chufla y aunque todo se andará todos cumpliremos con nuestro deber incluidos farmacéuticos, médicos y pacientes.
En cuanto a los pacientes que acuden en las guardias con el Informe de Alta de Urgencias a retirar un Ab, informe que no vale como receta, tienes toda la razón, lamentablemente el Servicio Madrileño de Salud hace caso omiso cuando se le ha planteado este caso y sigue permitiendo y fomentando estas practicas ilegales por el simple hecho de no permitir que los médicos de urgencias prescriban medicamentos en recetas como hacemos todos. Podríamos unirnos y presionar al SERMAS para que de una vez por todas arreglen este problema
Un saludo, gracias de nuevo y recuerda «si los das sin receta pueden dejar de curar”
Rafael Bravo
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Estimados compañeros:
Creo que por un problema de terminología estamos mezclando churras con merinas. Siempre he entendido que, cuando se hablaba de «dispensación sin receta» en realidad se estaba haciendo alusión a una «dispensación sin prescripción médica» o, para ser más explícito, a una «dispensación sin el aval de una prescripción realizada tras un diagnóstico adecuado, por parte del único profesional competente para ello que no es otro que el médico». En ese sentido creo que la «receta» no tiene que ser ni roja, ni blanca ni verde sino que se puede presentar de formas variopintas como informe clínico firmado por un médico, etc, etc. Yo no dispenso ni he dispensado jamás en oficina de farmacia, pero creo que si alguna vez lo hiciera no tendría ningún pudor en dispensar antibióticos ante informe de alta de hospital (¿eso no es una «receta»?) u otras «recetas » de formato variopinto e incluso sin formato siempre y cuando tuviera la seguridad de que la valoración profesional se ha realizado, como el hecho que se ha citado de un paciente que lo requiere para finalizar un tratamiento de una duración estipulada por escrito, pero para el que no le han dado el número suficiente de «papeles estandarizados firmados», ya que la lógica y el beneficio del paciente estarían por encima y cualquiera de esos formatos a efectos de un sanitario con sentido común es «receta».
En todo caso si los estudios que que se realizan para verificar la dispensación de antibióticos sin receta no van más allá de verificar la correspondencia de una dispensación con la existenciade un papel verde/amarillo /colorao (lo digo sin haber leído aún el estudio, ojo) , opino que esos estudios no están bien hechos y se les tienen que dar una validez ajustada a la simpleza y posible insuficiencia de tal metodología.
Un saludo.
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