Etiquetado: residencias

Cálida noche de agosto – remake

La anómala situación en la que se mueve la asistencia sanitaria de las personas institucionalizadas en nuestra comunidad es cada día más flagrante . El problema de fondo es similar en residencias  de titularidad  pública y privada  y da lugar en epocas especiales como las vacaciones de verano a situaciones esperpénticas de más que conflictiva solución.

Desde hace tiempo y bajo la premisa cierta de que cualquier persona tiene derecho a la asistencia sanitaria, y que el hecho de estar institucionalizada no varía en nada este derecho, a cada persona que pasa a residir en unos de estos centros se le asigna un médico de familia del centro de salud correspondiente a la zona básica donde está ubicada geográficamente la institución. El médico de familia pasa a ser el responsable de proveer los servicios sanitarios correspondientes a la atención primaria con la misma calidad y diligencia que a cualquier otro paciente.

Pero es a partir de aquí cuando empieza a fallar la lógica, estos pacientes no son pacientes “estándar”, ni una residencia un domicilio habitual y normal. Basta repasar los apellidos de estas instituciones (ancianos, grandes discapacitados, discapacitados intelectuales etc.) para saber que son personas muy especiales que requieren una atención mucho más intensa y que genera un consumo de recursos materiales y profesionales mucho mayor que la media habitual. Que estos pacientes se alejan del estándar lo prueba el hecho de que, en la mayoría de los centros trabajan médicos que dedican todo su tiempo al cuidado y atención de estas personas. El mismo servicio madrileño de salud y las áreas sanitarias habilitan procesos de gestión especiales de suministro de material sanitario, y circuitos diferenciados de emisión de recetas de medicamentos y dispositivos, el servicio de salud permite igualmente, que algunos de sus servicios se tramiten directamente desde estos centros (públicos y privados). Incluso el mismo trámite de solicitud de tarjeta sanitaria  o la obligatoriedad de estar al menos afiliados al centro de salud correpondiente se ve “aligerado”, cuando no obviado en el caso de los residentes en estas instituciones. Sigue leyendo

los otros

La huelga iniciada la semana pasada por los médicos dependientes de la Consejería de Familia y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, y que continua en esta, ha puesto de manifiesto la anómala situación en la que se mueve la asistencia sanitaria de las personas institucionalizadas en nuestra comunidad. Aunque a las residencias de personas mayores de titularidad privada no les afecta esta huelga, el problema de fondo es similar y tarde o temprano estallara dando lugar a las mismas situaciones esperpénticas que estamos viviendo estos días.

Desde hace tiempo y bajo la premisa cierta de que cualquier persona tiene derecho a la asistencia sanitaria, y que el hecho de estar institucionalizada no varia en nada este derecho, a cada persona que pasa a residir en unos de estos centros se le asigna un medico de familia del centro de salud correspondiente a la zona básica donde esta ubicada geográficamente la institución. El medico de familia pasa a ser el responsable de proveer los servicios sanitarios correspondientes a la atención primaria con la misma calidad y diligencia que a cualquier otro paciente.

Sigue leyendo