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ni prevenir, ni curar
Esto de la prevención y sus niveles primarios y secundarios siempre ha sido un pequeño lío. Menos mal que a punto de frustrarse por no haberlo entendido, uno se queda más tranquilo cuando lee que un diccionario de salud pública (en concreto Last JM. Dictionary of public health .OUP, 2006) reconoció que la distinción entre los niveles «es más artificial que real».
Por si fuera poco lío se añade una reciente incorporación al léxico de la prevención, la «prevención cuaternaria» que al contrario de lo que mucha gente cree no se ha originado en nuestro lares, sino en el seno del comité de clasificación de la Organización Mundial de Médicos de Familia (WONCA) y en concreto acuñada por el medico belga Marc Jamoulle como ya sabíamos y además nos recuerda Francisco R. Serrano en su blog también llamado prevención cuaternaria
La definición de prevención cuaternaria que aparece en el Wonca Dictionary of General/Family Practice se basa en la original de Jamoulle y más o menos viene a decir que la prevención cuaternaria es el conjunto de medidas adoptadas para identificar pacientes en riesgo de sufrir un exceso de medicalización, protegerles de actos médicos invasivos y sugerirles intervenciones que sean éticamente aceptables. Jamoullle explica más gráficamente con una tabla dos por dos, los componentes y sobre todo la situación de esta prevención.
Me encanta porque en este cuadro se hace notar al paciente como protagonista, no siempre involuntario. Frente a otras definiciones claras pero incompletas del tipo “ Hablamos de prevención cuaternaria para designar el conjunto de actividades sanitarias que atenúan o evitan las consecuencias de las intervenciones innecesarias o excesivas del sistema sanitario”. Marc pone el énfasis y la importancia en unas acciones pero también en unos protagonistas a los que solemos olvidar con cierta indulgencia paternalista.
el cabo del miedo
Un año más, aunque este con mayor virulencia, y coincidiendo con el día mundial del cáncer de mama
, el lobby de los/as aplastatetas, reincide en recordar a las mujeres que se debe hacer una mamografía, con mensajes más que directos y en cierto modo cargados de miedo.
Este año va de pos-it y se puede ver en varios sitios, como en la portada de una revista para mujeres, a modo de recordatorio listo para pegar en cualquier superficie con la leyenda ¿cuándo te hiciste la ultima mamografía? . Vamos que es una cosa que hay que hacer de forma rutinaria y sin dar lugar al olvido, como ir al super o a recoger a Carlitos de clase de yudo. Al menos no recurren al chantaje emocional como los años pasados con la postal de elefantito o el simil de la teta transparente.
En honor de la revista que alberga el pos-it hay que decir que la información del interior esta bastante medida y templada, si bien todo se hecha perder con la entrevista realizada a mujeres que ha
n sufrido cáncer mama y donde aparecen los consabidos y tradicionales tópicos a favor de la mamografía, incluso en edades tempranas. Hubiera sido mucho mejor que se publicitara esta figura que muestra el verdadero valor de las mamografías, pero claro si esto se sabe a lo mejor se les cae el tinglado.
What is likely to happen if 10,000 women under age 50 have a mammogram?
semana del codillo
Aunque permanentemente acusadas, las compañías farmacéuticas no son las únicas que pretenden aumentar sus clientelas a costa de los sanos preocupados, también el lobby médico, los especialistas expertos, las sociedades científicas, etc. pretenden atrapar su trozo del pastel. A veces, para conseguirlo no tienen ningún reparo en maquillar las cosas y dar información exagerada, sesgada o incompleta. En este camino son acompañados,en ocasiones, por las administraciones sanitarias, que probablemente sin saberlo, refuerzan mensajes más cercanos a intereses particulares que la salud pública.
Es en este sentido se puede interpretar la proliferación de campañas tipo «semana de» con objetivos mas que discutibles. Una vez más veremos multitud de ingenuos ciudadanos haciendo cola para que «le tomen la tensión», le «hagan el colesterol» o les propongan una dieta tan mítica como inconsistente.