Etiquetado: mortalidad
¿Prohibir trabajar en el exterior durante las olas de altas temperaturas para evitar muertes por golpe de calor?
Mejor regularlo.
Y cuidar de ancianos polimedicados y pobres, y de vagabundos, que son la mayoría que sufre golpes de calor.
por Juan Gérvas, Doctor en Medicina, médico general jubilado, Equipo CESCA, Madrid, España. jjgervas@gmail.com @JuanGrvas
Regular el trabajo en el exterior durante las olas de altas temperaturas
¿Ha visto la polémica sobre prohibir trabajar en el exterior con altas temperaturas?
Lo que habría que hacer es «regularlo», como está regulado el trabajo en un alto horno en los lugares con altísima temperatura.
Demagogia
¿Ha visto la demagogia a favor y en contra?
Dicen, por ejemplo, respecto a la gráfica que sigue:

En Datos RTVE
“¿Veis a la línea roja? Pues es la línea que representa al año 2022. El resto de líneas es de años anteriores. Esto va dedicado a toda esa gente que está diciendo que les parece mal prohibir trabajar al aire libre en plena ola de calor”.
Es un comentario demagógico porque sugiere que la mayoría de los casos y de las muertes por golpe de calor se da en trabajadores. Y es cierto que hay algunas muertes atribuibles a accidente laboral por golpe de calor, y ello es injustificable y habría que tomar medidas para que nadie muera en el trabajo.
Casos y muertes por golpe de calor, cuestión social
En la mayoría de los casos y muertes por golpe de calor es cosa de viejos polimedicados y de pobres. Son muertes «sociales» como demuestra esta tesis doctoral del Hospital del Mar en Barcelona. En especial los casos y muertes tienen que ver con los médicos y los servicios sociales dado el impacto de medicamentos y otras drogas y la pésima calidad de las viviendas.
En este estudio hubo 12 muertes siendo 7 de ellas en ancianos, 2 en pacientes con VIH, 1 en indigente con cirrosis alcohólica y 2 en otros casos.

En las olas de calor, y siempre, convendría revisar los tratamientos de los ancianos para deprescribir y dejar sólo lo esencial. Y sobre todo, tomar contacto e intentar prevenir el daño cuando se combina polimedicación, pobreza y vivienda de mala calidad. Lo mismo respecto a indigentes y vagabundos y a los usuarios de drogas ilegales.
Autopsias
Los forenses saben de esto, del levantamiento de cadáveres en casos de golpe de calor, que suele ser de pobres. O como comenta un forense “levantamiento de cadáveres en los cajeros automáticos de los bancos, y no suele ser ni de clientes ni de banqueros”.
Por no imaginar la de cientos de ancianos, indigentes y usuarios de drogas ilegales que mueren por golpe de calor y en los que ni siquiera se sospecha tal causa.
Sobre la experiencia forense vale la pena leer la descripción de dos casos “clásicos”, de un vagabundo y de un anciano polimedicado. Ninguna de ellos fue incluido en las estadísticas oficiales provisionales.
Síntesis
Las olas de calor se acompañan de un incremento de las muertes por golpe de calor. Estas muertes no se distribuyen al azar y para su prevención hay que tener en cuenta el trabajo en el exterior, que habría que regular, y sobre todo a ancianos pobres polimedicados, habitantes de viviendas de baja calidad, y a vagabundos e indigentes y consumidores de drogas ilegales.
Crisis? What Crisis?
«Los recortes en sanidad matan» “La crisis mata”.
Cuántas veces en lo últimos años hemos oído esta frase, cuántas veces hemos bajado la cabeza y asintiendo hemos reconocido en estas palabras el epitome de lo que día a día estábamos viendo en consulta. Sin embargo, si las analizamos de forma desapasionada puede que no sean más que el exagerado compendio de una dolorosa situación que como médicos de familia hemos vivido en los últimos años. Exagerado y puede que falso como muchas percepciones sujetas al sesgo de confirmación.
No nos pararemos a discutir si los recorten en sanidad realmente matan, es muy difícil encontrar pruebas a favor o en contra. En primer lugar, tendríamos que definir con claridad lo que consideramos recortes y sobre todo buscar variables de resultado manejables más allá del contundente “matan”. Basta eso sí, recordar la relativa importancia de la atención sanitaria en la salud, y por tanto de los recortes en esta atención.
Lo que está más documentado son los efectos de la crisis económica en la mortalidad. Entre los publicado encontramos mucha literatura militante que abunda en la idea del efecto nocivo de la crisis económica en la salud de la población y del aumento de la mortalidad asociado a políticas de austeridad. También se intuye mucho sesgo de confirmación en la discusiones y análisis políticos y mediáticos de la literatura científica sobre el tema.
Por su actualidad y contraintuitivas conclusiones destacamos un artículo publicado en Lancet a finales del año pasado donde se muestra que en España la mortalidad lejos de aumentar durante la crisis, disminuyo especialmente en las clases socioeconómicas más bajas. Basado en el censo con más de 36 millones de inscritos y clasificando a estos en tres grupos socioeconómicos (bajo, medio y alto) según riqueza material, se examino la mortalidad durante el período 2004-2007 o precrisis y 2008-2011 coincidente con la gran crisis económica reciente. En los dos periodos la mortalidad descendió, pero los datos revelan que la mortalidad tuvo una disminución más marcada durante la crisis que en el periodo anterior. La aceleración de la tendencia descendente de la mortalidad se dio en todos los niveles de riqueza, pero fue más acusado en los niveles más bajos, y se produjo para la mayor parte de las causas de muerte.
Parece por tanto que al menos a corto plazo la recesión económica española ha tenido, según los autores, un inesperado efecto “favorable” sobre la mortalidad. Como era de esperar los resultados de este estudio por sorprendentes y heterodoxos han sido interpretados desde diversos ámbitos. Los propios autores explican que durante la crisis disminuye la actividades industriales, económicas y recreativas que pueden tener un efecto nocivo en la salud, o cómo las personas con menos recursos mejoran su estilo de vida y por tanto su salud. A la contra se han utilizado argumentos no menos contundentes que van desde no considerar la mortalidad general como un indicador optimo del impacto de las crisis sobre la salud, hasta otras que nos recuerdan que la relación entre crisis económica y mortalidad está condicionada por los niveles de protección social, sin dejar de lado otras explicaciones más pintorescas como la de que es la prosperidad (capitalista) la que mata
el efecto Julio
Gracias a la lista Evidence leo este artículo publicado en una excelente revista Journal of General Internal Medicine, más que interesante para los que se dedican a la docencia y para los que tienen la desgracia de caer malos en Julio.
sobre todo por que no se mide