Categoría: Internet
Un caso inusual de meralgia parestésica
Purificación Peñasco Iglesias, Rafael Bravo Toledo, Noelia Caballero Encinar. (2011) Un caso inusual de meralgia parestésica. FMC – Formación Médica Continuada en Atención Primaria 18, 445-446
Sr. Director:
La angioplastia coronaria transluminal percutánea es una técnica utilizada para la revascularización de las arterias coronarias en la cardiopatía isquémica (infarto agudo de miocardio, angina o forma asintomática).
La indicación de una angioplastia percutánea coronaria con colocación de stent se ha restringido en los últimos años. Por un lado, se ha visto en algunos estudios que el tratamiento farmacológico intensivo tiene los mismos beneficios que la angioplastia con stent en pacientes con arteriopatía coronaria estable o asintomática1. Por otro, los riesgos que implican los stents y su colocación no son despreciables y pueden abarcar desde una reacción alérgica al material del stent o al medicamento utilizado en los casos de stents liberadores de fármacos, hasta la rotura de una arteria coronaria o la obstrucción del interior del stent. Otras complicaciones que pueden surgir son las relacionadas con la inserción del catéter, generalmente por vía femoral, siendo en este caso complicaciones provocadas por causas mecánicas o traumatismos vasculares.
A continuación, presentamos un caso de meralgia parestésica (MP) producida tras la realización de una angioplastia coronaria transluminal percutánea.
Caso clínico
Se trata de un paciente varón de 57 años, hipertenso de siete años de evolución, en tratamiento con verapamilo e hidroclorotiazida, con obesidad ligera (índice de masa corporal 31), sin otros factores de riesgo cardiovascular, en tratamiento con inhibidores de la bomba de protones por ulcus gástrico y reflujo gastroesofágico. Le realizaron un cateterismo femoral terapéutico para la colocación de tres stents, por presentar una cardiopatía isquémica con angina inestable y enfermedad de tres vasos (estenosis crítica en circunfleja y estenosis significativa de D1 y coronaria derecha media). A los pocos días del cateterismo comienza con un dolor en la ingle y en el muslo derechos sin presentar ningún signo físico patológico y con exploración normal (no hematoma visible ni otros cambios en la coloración o temperatura de la piel, no edema, ni induración y con pulsos periféricos presentes). El cardiólogo decide derivarle a cirugía vascular para la realización de un doppler y descartar obstrucción arterial u otra complicación vascular.
Durante la espera de dicha prueba el paciente acude al centro de salud para un control rutinario, y al seguir refiriendo la persistencia de molestias en muslo derecho se realiza exploración física y comprobación de pulsos periféricos mediante palpación y mini-doppler portátil, obteniendo un resultado normal al observar que la permeabilidad arterial es adecuada y similar al miembro colateral. En el interrogatorio sobre dicha molestia comenta que el dolor es más bien «una quemazón» con sensación de disestesias en cara anterolateral del muslo derecho sin pérdida de fuerza ni aumento del incomodidad con los movimientos.
Ante la sospecha clínica de un posible origen neurológico del dolor, se realizó desde la misma consulta una búsqueda rápida Internet y en PubMed-Medline obteniéndose varios artículos2,3 que describen la MP como una complicación posible pero rara de un cateterismo por vía femoral. Se solicitó un electromiograma que confirmó el diagnóstico de MP. El cuadro clínico desapareció sin ningún tratamiento específico con resolución de los síntomas en unos 4 meses.
Conclusión
La MP es una mononeuropatía que afecta al nervio femorocutáneo lateral, nervio puramente sensorial, provocada por un traumatismo o compresión en algún punto de su recorrido. La más común es el atrapamiento del nervio a nivel de la espina ilíaca anterosuperior o a su paso a través del ligamento inguinal. Los síntomas clínicos de la MP consisten en dolor y parestesias sin debilidad. El dolor es expresado como un malestar o dolor sordo que aparece en la cara lateral del muslo pero puede irradiarse distalmente a la rodilla o proximalmente a la nalga y región lumbar 4. Las parestesias tienen una localización más limitada, generalmente circunscritas al muslo lateral. En la exploración normalmente se observa un área de hiperestesia en la cara lateral del muslo que se comprueba con un aumento del dolor a la presión de la zona afectada al realizar una palpación. La exploración motora es normal, así como los reflejos osteotendinosos4.
Las causas de la MP son múltiples y se dividen en espontáneas o iatrogénicas. Las causas de MP iatrogénica incluyen diversas técnicas quirúrgicas como la laparoscopia, la reparación de una hernia inguinal, el by-pass coronario, la reducción gástrica, y otro tipo de intervenciones invasivas cardíacas como el caso que presentamos 5, donde se manipula la zona femoral y, donde por una compresión directa o por un hematoma se comprime el nervio femoro-cutáneo lateral el cual es muy frágil y vulnerable a ser dañado 4.
El diagnóstico es fundamentalmente clínico y algunos autores han descrito pruebas de exploración física sencillas y no invasivas como el test de compresión pélvica, el test de Pinprick (pinchazo)4, o el método de Stookey B que han demostrado ser útiles5, confirmándose el diagnóstico con un electromiograma. El tratamiento, la mayoría de las veces, es conservador y sólo algunos casos de persistencia de clínica intensa precisan infiltraciones con anestésicos locales y corticoides, y más raramente tratamiento quirúrgico 6.
Bibliografía
1.Boden WE, O»Rourke RA, Koon KT, Hartigan PM, Maron DJ, Kostuk WJ, et al. Optimal Medical Therapy with or without PCI for Stable Coronary Disease. N Engl J Med. 2007;356:1503-16.
Medline
2.Butler R, Webster MWI. Meralgia Paresthetica: An unusual complication of cardiac catheterization via the femoral artery. Catheter Cardiovasc Interv. 2002;56:69-71.
Medline
3.Bilge K. Sibel C. An unusual cause of meralgia paresthetica. The pain clinic. 2005;17:221-4.
4.Ferrà M, Ribera H, Garrido JP. Dos casos de meralgia parestésica del nervio femorocutáneo. Rev. Esp. Anestesiol Reanim. 2003;50:154-6.
5.Harney D, Patijn J. Meralgia paresthetica: diagnosis and management strategies. Pain Med. 2007;8:669-77.
Medline
6.Khalil N, Nicotra A, Rakowicz W. Treatment for meralgia paraesthetica. Cochrane Database of Systematic Reviews. 2008: Issue 3.
Be right back (ahora vuelvo)
Después de enterarse de un nuevo servicio que permite a la gente estar en contacto con los muertos, Martha, solitaria y afligida, conecta con su difunto novio. Así comienza el primer episodio de la segunda temporada de la inteligente y futurista serie de televisión inglesa Black Mirror.
Episodio completo en youtube aquí
En realidad, no conecta con su prometido, sino con un software que recrea la personalidad del muerto en base a toda la información que figura en sus redes sociales. Al principio le ayuda a sobrellevar el duelo, pero pronto se da cuenta de que necesita más; de ahí a aceptar el nuevo proyecto de la compañía va un solo paso. Se trata de un androide que reproduce a su extinta pareja; un robot que, al igual que el programa previo, imita su manera de ser, escribir, reaccionar, interactuar y cuya apariencia física, salvo insignificantes detalles, es idéntica a la de él; incluso en algunos aspectos, superior
Be right back
por Rafael Bravo Toledo. Centro de salud Linneo
Publicado en 7DM en noviembre-diciembre de 2015
Después de enterarse de un nuevo servicio que permite a la gente estar en contacto con los muertos, Martha solitaria y afligida conecta con su difunto novio……Así comienza el primer episodio del segundo año de la inteligente y futurista serie de televisión inglesa Black Mirror. En realidad, no conecta con su prometido, sino con un software que recrea la personalidad del muerto en base a toda la información que figura en sus redes sociales. Al principio le ayuda a sobrellevar el duelo, pero pronto se da cuenta que necesita más, de ahí a aceptar el nuevo proyecto de la compañía, va un solo paso. Se trata de un androide que reproduce a su extinta pareja; un robot que, al igual que el programa previo, imita su manera de ser, escribir, reaccionar, interactuar y cuya apariencia física, salvo insignificantes detalles, es idéntica a la de él; incluso en algunos aspectos, superior. Tampoco es esta la solución. Martha lo descubre en pequeños detalles de la convivencia diaria y termina confinando a su novio “automático” al sitio donde se almacenan los recuerdos: el desván, de donde solo es recuperado en ocasiones especiales. Aunque de esta ficción se pueden extraer ideas importantes como, por ejemplo, la identidad que presentamos en las redes sociales, lo que nos interesa es la analogía que se puede hacer con el desarrollo de la historia clínica electrónica en la atención primaria de nuestro país.
Una gran parte de los médicos de familia de este país hemos sentido que esta historia no colma, ni de lejos, las expectativas que habíamos depositado en la informatización de la atención primaria. Gestores, políticos e informáticos nos han devuelto un calco sin alma de lo que habíamos intuido, tal vez soñado, como la gran esperanza para una reforma necesaria. Sin la necesidad de desarrollar leyes, ni normas, la informatización se nos presentaba como la oportunidad de dar valor a una actividad y enterrar los rescoldos de otra anticuada y burocratizada que lastraba nuestro trabajo diario.
No fue así ; y un claro ejemplo es donde se concreta el capítulo de informatización en el manifiesto de un foro reivindicativo de médicos de atención primaria. Para ellos, todo lo relacionado con la historia clínica y receta electrónica entra en el epígrafe de “Desburocratización”. Tal vez el inconsciente les traiciones y refleje con claridad donde sitúan las nuevas tecnologías. En sus mentes, la “informática” solo sirve para que los papeles lo haga la máquina, no para dar una asistencia mejor; o lograr, como se propuso en su momento, que la informatización fuera la excusa y el motor para un cambio real de la anquilosada asistencia primaria.
Trisha Greenhlagh, médico general británica y famosa en nuestro ámbito por su libro sobre medicina basada en la evidencia “How to read a paper” colaboró con el servicio de salud durante los juegos olímpicos de Londres 2012. Nada más acabar escribió un artículo en el que reseñaba las diez lecciones que, según su criterio, se habían aprendido en la asistencia sanitaria de los juegos. Quitando las más locales y específicas destacan algunas que, como remarca la misma autora, serían de utilidad en la asistencia sanitaria general, sin confinarlas al breve y concreto espacio temporal de un evento deportivo, por muy importante que este sea. Para los profesionales que trabajaban en la villa olímpica fue frustrante tener que adaptarse a un sistema de información médico, diseñado y proporcionado por la misma empresa que suministraba todas las tecnologías de la información necesarias para los juegos. La consecuencia lógica de esta frustración fue que pronto encontraron y utilizaron rodeos para sortear la rigidez de un programa cuyos diseñadores no habían tenido ni un ratito, para pasarse por la clínica y ver como los médicos hacían su trabajo.
Algo similar sucede en la atención primaria, los profesionales han arrinconado sus ilusiones y ven como su herramienta de trabajo, se ha llenado de funciones e “iconitos” que vienen desde arriba. Sortean estas imposturas con atajos y utilizan la historia clínica como un repositorio de hechos clínicos, sin orden ni concierto, cuyo único sentido es hacer más fácil la confección de documentos con los que alimentar una incansable máquina administrativa.
No sé si todavía estamos a tiempo de recuperar el ilusionante proyecto de una herramienta útil y transformadora de nuestro trabajo; la versión dos punto cero de los sistemas de información no dan muchas esperanzas. Por ahora, se limitan a adornar las elucubraciones “crónicas” de nuestros gestores, sin aportar ese revulsivo tecnológico que los médicos asistenciales necesitan. Como Martha, seremos pragmáticos y la arrumbaremos a ese lugar de donde solo sale para cumplir una burda y mecanicista necesidad.
mi carpeta de salud (VIII)
a partir de este año , las personas que tienen acceso a las historias clínicas realizadas por sus medicos también podrán acceder a la auditoria del rastro de quién ha visto sus datos
La historia clínica debería contener sólo registros ciertos, compasivos, honrados y prudentes con el paciente y ser siempre accesible al paciente
ser siempre accesible al paciente, constantemente, cuando quiera. Desde luego, lo mínimo es tener comunicación instantánea de quién, cuándo y porqué ha entrado en la historia. En un ejemplo, el paciente está en la sala de espera de urgencias hospitalarias por una herida por navaja, en una agresión callejera. Si alguien consulta su historia clínica antes de entrar a consulta, debería llegarle al paciente un aviso por mensajería instantánea de forma que supiera sin dudas qué médico está consultándola. ¿Por qué no? Lo mismo debería suceder si el paciente está de baja y el médico inspector accede a su historia clínica. ¿Por qué no?
mi carpeta de salud (VII)
Aparte de SU Medico hay otra gente que quiere acceder a los datos de su historia clínica (algunos ya lo hacen) :
- Médicos
- Enfermeras
- Auxiliares
- Trabajadores Sociales
- Inspectores Médicos
- Inspectores Farmacéuticos
- Inspectores
- Autoridades Sanitarias
- Gestores Sanitarios
- Mutuas Patronales
- Farmacéuticos Comunitarios (el de su farmacia)
- Farmacéuticos de Hospital
- Farmacéuticos de Atención Primaria
- Estudiantes de Medicina
- Investigadores
- Epidemiologos
- Estadísticos
- Informáticos
Y si esta en Internet todavía muchos más……
En fin Ud verá
La insoportable levedad de la #e-health (I)
A la salud y todo lo que tiene que ver con ella, se le han adjuntado en los últimos años nuevos protagonistas. A los tradicionales como profesionales sanitarios, pacientes, administración sanitaria e industria farmacéutica, se han añadido nuevos invitados como son la industria de los dispositivos y las compañías de comunicación y tecnológicas.
Estas últimas han visto como su importancia como industria de servicios e innovación se ha incrementado con el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información en la ciencia médica y en la práctica de cuidados a los pacientes. El controvertido modelo de crónicos ha dado alas a este modelo de negocio donde lo que se pretende es vender soluciones y servicios en el ámbito de las nuevas tecnologías aplicada a la sanidad.
Si la coordinación y comunicación entre niveles asistenciales, servicios socio-sanitarios, profesionales y pacientes se considera como el eje fundamental de una buena asistencia a este paciente crónico (suponemos que también a los demás), estas pretendidas soluciones tecnológicas pasan también a ser primordiales.
La comunicación entre profesionales y pacientes se ve adornada de tecnologías de la comunicación y aplicaciones móviles que permiten compartir información, al parecer vital, entre ambos actores. Es “vital” que los sistemas sanitarios y desvalidos pacientes (desvalidos por estar enfermos) gaste una cantidad ingente de dinero y energía para adaptarse a este modelo. En palabras de uno de sus expertos “es importante facilitar la utilización de estas herramientas en personas mayores» y “ los servicios de salud deben integrar estos sistemas cuanto antes»
La monitorización evolutiva de síntomas, signos y constantes (que no de sentimientos) facilita el desarrollo de mitos sanitarios emergentes como gestión de crónicos, salud electrónica, empoderamiento, calidad y seguridad y antiguos como prevención, promoción y educación. Lo que esta por ver es que demuestren su impacto en la salud en general, medida con términos tan prosaicos como mortalidad, morbilidad o bienestar.
Mi carpeta de salud (VI)
Implicaciones en la privacidad de la búsqueda de información en la Web
En abril de 2014, Timothy Libert, un joven investigador de la Universidad de Pennsylvania, diseño un programa informático llamado webXray que le permitía analizar los resultados de búsquedas sobre enfermedades. Encontró los resultados sorprendentes y ahora se han publicado como artículo en el numero de marzo de 2015 de la revista Communications of the ACM (Association for Computing Machinery).
Cuando se hacen búsquedas sobre salud y enfermedades se generan datos que son recogidos por una serie de entidades que no están sujetas a regulación o supervisión. Esta información sobre la salud pueden ser, sin saberlo el usuario, mal utilizada por algunas empresas, vendida a otros, o incluso robada por delincuentes.
Básicamente lo que se hace este estudio titulado Privacy Implications of Health Information Seeking on the Web (Libert T .Communications of the ACM, 2015; 58 (3): 68-77) es investigar los riesgos para la privacidad de las personas que visitan páginas web relacionadas con la salud. Se analizaron un total de 80.124 páginas, obtenidas de los primeros 50 resultados que arrojaba un buscador genérico como Bing al interrogarle con los términos de que correspondían a 1.986 enfermedades comunes. Estas páginas fueron analizadas para detectar la presencia de peticiones (http) de terceros e investigar qué proporción de las URIs contenían información específica relacionada con alguna enfermedad, tratamiento o síntoma médico. Ambas suponen un riesgo para los usuarios en forma de identificación personal y/o discriminación ciega.
Del total de las mas de ochenta mil paginas únicas que fueron analizadas, el 91% presentaban peticiones de terceros (se puede ver la distribución por categorías en la figura) . El análisis de las URIs reveló que el 70% de contenían información
que podría desvelar algún problema medico. En las cadenas Referer aparecía información exponiendo condiciones específicas, tratamientos y enfermedades.
ealt
Este riesgo real en forma de identificación personal de las paginas que uno visita y la segregación de la población en grupos según las información recabada de los sitios que ha consultado -discriminación ciega- no esta contemplado por
muchas organizaciones gubernamentales o no, que exponen información de sus usuarios, dejándolos desprotegidos ante tales riesgos, sin saberlo estos y a veces ni siquiera la misma organización. Por ejemplo, el buque insignia de la reforma Obama una página creada ad hoc healthcare.gov donde millones de estadounidenses se han inscrito para recibir atención sanitaria, envío información sanitaria personal a un número indeterminado de sitios web de terceros. La información que se enviaba incluía código postal, nivel de ingresos, la condición de fumador, estado de embarazo y más.
Aunque el vídeo es muy ilustrativo , vamos a intentar explicarlo de una forma sencilla, y esperamos que correcta: Cuando quiero acceder a una página web y escribo su dirección hago una petición o request (en inglés, request significa pedir, solicitar). La acción de escribir una dirección cualquiera en la línea de URL de tu navegador, se traduce en solicitar un determinado fichero a un servidor, o dicho en la jerga técnica, se le hace un request al servidor.
Por ejemplo, si yo escribo o accedo a través de un buscador a:
http://www.tumedico.com/temas/herpes_genital.htm
es como si yo estuviera pidiendo al servidor donde se aloja esta página que me la envíe. Esta petición se traduce en el servidor como
GET /temas/herpes_genital.htm HTTP/1.1
Una vez que se ha solicitado, el servidor web envía un archivo sencillo tipo html que contiene el texto de la página, así como un conjunto de instrucciones que indica como presentar la información y otras que indican al navegador web cómo descargar elementos de estilo adicional como imágenes u otros archivos. Es decir en este archivo se incluyen ordenes de hacer una nueva petición al servidor para que descargue un archivo, una imagen de un logo, por ejemplo.
El problema es que muchas veces esta petición en lugar de hacerse a ese servidor con el que estamos interactuando, es a otro servidor de otra organización o empresa. Es lo que se llama peticiones de terceros y básicamente lo que hace es pedir y descargar elementos como imágenes, javascript o las famosas cookies.
Es lo que pasa con los típicos iconos “me gusta” o “compartir” de Facebook o Twitter que aparecen en las páginas. Los usuarios no son conscientes de tales solicitudes, y que en cierta forma están contactados con Facebook, ni que este sabe la página que están viendo ya que estas empresas reciben información como esta:
Referer: /temas/herpes_genital·htm
El campo Referer revela que el usuario está consultando una página sobre herpes genital. Vinculando información de otros campos como User-Agent, o la dirección IP del usuario, es posible que las empresas como Google y Facebook identifiquen a las personas que están consultando páginas sobre herpes genital
Un identificador de recursos uniforme o URI —del inglés Uniform Resource Identifier— es una cadena de caracteres que identifica los recursos de una red de forma unívoca. Los URIs (Uniform Resource Indentifier) son la forma estándar de nombrar los destinos de los enlaces para herramientas tales como los navegadores web. Algunas personas usan el término URL como sinónimo de URI, aunque técnicamente no son los mismo porque las URLs son parte de los URIs que abarcan también a los Uniform Resource Name.
La cadena http://www.tumedico.com/temas/herpes_genital.htm es una URL y también un URI por eso para nuestro caso podemos igualarlo y entenderlo como las “clásicas direcciones web”
mi carpeta de salud (IV)
En la sección Head to Head del BMJ, una sección donde se confrontan dos visiones contrapuestas sobre un tema de actualidad se ha publicado un debate sobre la repercusión del acceso directo al historial clínico por parte de los pacientes y en particular a los resultados de pruebas diagnósticas
Can patients use test results effectively if they have direct access?
Lo autores encargados de la visión positiva o a favor, ponen de manifiesto,
apoyándose en estudios publicados, que el acceso directo de los pacientes, particularmente aquellos con enfermedad crónica, mejora aspectos de la consulta como la relación médico-paciente, la satisfacción y preparación de los pacientes. Profetizan que lo que más cambiara con este acceso será la interacción entre pacientes y médicos. Pero también dan un aviso: los profesionales y las organizaciones donde trabajan, tendrán que asegurarse de que disponen de mecanismos para permitir la discusión posterior (por correo electrónico, teléfono o en consulta según proceda) de los resultados que ven los pacientes.
En la opción negativa, o realista según se mire, se pone en cuestión la capacidad de los pacientes para utilizar eficazmente esta información. La capacidad de entender que un resultado esta fuera de rango e interpretar su significado esta relacionada con el alfabetismo sanitario y la habilidad con los números (numeracy) que a su vez se asocia al nivel socioeconómico. Sería un error invertir esfuerzos y dinero para que los pacientes puedan tener acceso directo a los resultados de pruebas de laboratorio, sino se acompañara de un esfuerzo similar en hacer esta información lo suficientemente digerible para que pueda ser aprovechada
mi carpeta de salud (III)
Hace un mes la incansable, Trisha Greenhalgh, médico general y profesora británica público un editorial, junto a Justin Keen “Personalizando” las tecnologías de información en el National Health Service (NHS) donde comenta y critica un documento reciente (Personalised Health and Care 2020) que plasma la estrategia futura de información y nuevas tecnologías para la atención sanitaria y social en el NHS.
En este documento gubernamental cuyo subtitulo es revelador: Using Data and Technology to Transform Outcomes for Patients and Citizens A Framework for Action, se describe una imagen futurista (2020) del NHS en el que la información fluye libremente entre los ciudadanos, médicos generales, y otros proveedores de atención. Este marco prevé que los pacientes tendrán acceso a su historia clínica en línea donde podrán modificarla, escribir en ella, solicitar recetas y citas en el hospital a través de un portal personal.
Utilizaran aplicaciones móviles (apps) y dispositivos de monitorización llevables (weareables) para controlar sus enfermedades y apoyar estilos de vida saludables.
¿ les suena?
Sin embargo esta visión depende de tres cosas: un alto grado de interoperabilidad técnica entre sistemas; una excelente calidad de los datos; y unos pacientes y profesionales «entusiasmados» (es decir, informados, cualificados y motivados).
Ninguna de las tres se cumple en Inglaterra, y por supuesto tampoco en España donde el aparente desarrollo tecnológico, se asocia a una alarmante pobreza de liderazgo y directrices que guíen el camino a las nuevas tecnologías.
Tu solución no es mi problema
David Shaywitz, médico nada sospechoso de reticente a las nuevas tecnologías, comenta en su blog de Forbes los problemas que surgen cuando se intenta solucionar con estas tecnologías problemas clínicos más o menos complejos. Se apoya en un ensayo reciente de Lisa Rosenbaum publicado en New England Journal of Medicine (ver traducción aquí y aquí) en el que se describe que una alta proporción de pacientes, incluso los afectados de graves enfermedades cardiovasculares, no siguen el tratamiento pautado.
Despues de enumerar las razones de los pacientes que Rosenbaum encuentra, Shaywitz remarca que lo que a primera vista parecería una oportunidad perfecta para una aplicación inteligente, no es tal.
Muchos de los motivos por los que lo pacientes no toman los medicamentos escapan a lo que pueden ofrecer las nuevas tecnologías.
…Si usted está desarrollando un producto basado únicamente en el supuesto de que los pacientes no toman los medicamentos porque son olvidadizos, en palabras del inimitable de Dave McClure, tu solución no es mi problema.
Para el, como para mí, esta claro que mucha de las apps actuales (básicamente proporcionan información animada) puede ser de utilidad para los pacientes, pero a esa mitad pacientes que si cumplen el tratamiento, no a la mitad que más nos interesa.
Muchas, por no decir casi todas de aplicaciones sanitarias móviles actuales, son prácticamente un brindis al sol impulsadas por tecnólogos o médicos arribistas que suponen que los problemas de la medicina son simples y se sustentan en un paradigma mecanicista problema/solución. Las pocas que son útiles, son tan poco innovadoras que podrían utilizar otras plataformas, sin verse mermadas sus cualidades, de hecho «el ser movil y/o inteligente»son propiedades que le dan un barniz de modernidad, más que una verdadera necesidad.
Por supuesto que todo lo que representa las aplicaciones inteligentes, los dispositivos inalambricos y móviles y la monitorización continua jugaran un papel importante (que no fundamental) en la medicina del futuro, pero desde luego no serán las que ahora se venden a bombo y platillo como nuevas tecnologías.
5 razones por las que las aplicaciones móviles de salud fallan
Se estima que hay unas 15000 apps médicas en el mercado y según un estudio se espera que este número crezca un 25% al año. Hay problemas que son comunes en el desarrollo de apps tanto médicas como de otra categoría. Sin embargo algunos problemas técnicos, y no técnicos, son únicos para el sector de la sanidad. Alguien que no diseña apps, David Lee Scher, nos ofrece una perspectiva que abarca temas planteados por las distintas partes interesadas en el desarrollo de apps de sanidad y que pueden ser interesantes. Traducido de 5 reasons why mobile health apps fail
- La motivación para el desarrollo de una App está equivocada. Con independencia de la elegancia, la facilidad de uso, la experiencia agradable u otra característica de una App de salud, si no se ocupa de un problema especifico, no se considerará útil. Si sólo se monitoriza un parámetro fisiológico o el estado de ánimo de una persona o la recogida de datos el fracaso está asegurado. La gente busca apps de salud (y de la salud en general) en la mayoría de los casos por un problema de salud. Los datos deben ser recopilados y filtrados de forma que se traduzcan en un mensaje para el usuario final, ya sea médico o paciente .
- Falta de participación clínica. No quiere decir que los clínicos tengan que ser CEOs
de empresas de mHealth. Se refiere más bien a la falta de aportación de profesionales clínicos en el desarrollo de la tecnologías aplicadas a la salud. hay procesos que la tecnología adapta a lo que muy bien podría ser un rediseño total alrededor de dicha tecnología (esto es algo bueno ya que numerosos procesos necesitan un cambio) . Estos procesos pueden ir desde la agenda personal de alguien hasta crear la figura de un gestor en los hospitales que asesore a los pacientes en el uso de aplicaciones móviles. No puede ser que una App caiga en las manos de un CIO o de un médico y esperar que sea un éxito, la conectividad de las herramientas mHealth será un aspecto importante en su uso lo cual requiere un flujo de trabajo claro para los datos y mensajes entre médico y paciente. Por todo ello es importante que los profesionales clínicos estén en el equipo de diseño de la tecnología. - No se le da importancia a la usabilidad. Finalizar el desarrollo de una aplicación debe incluir un examen a fondo de la experiencia del usuario. De acuerdo con la guía de evaluación de apps médicas de HIMSS, la usabilidad podría ser definida como ” la efectividad, eficiencia y satisfacción con la que los usuarios pueden lograr una serie de tareas en un entorno determinado”. En este link hay muy buenas presentaciones que discuten el tema del diseño de aplicaciones y la experiencia del usuario.
- No conocer el panorama sanitario. Conocer el panorama de la atención sanitaria es crítico para determinar la estrategia a seguir. ¿Qué tecnologías hay disponibles para abordar el objetivo de esta App? ¿Qué puede mejorarse o añadirse? ¿puede esta tecnología usarse por los interesados? ¿Puede ser que lo mejor sea asociarse con otra compañía para distribuir la herramienta? ¿Es más valiosa la herramienta si se ofrece junto con otra tecnología?
- No desarrollar siguiendo las especificaciones reglamentarias. No importa lo impresionante que sea la App si no cumple con las especificaciones reglamentarias (p ej. seguridad: LOPD en España o HIPAA,FDA en EE.UU), si esto ocurre tendrá que ser rehecha con un coste significativo.

Resumiendo, escribir código es sólo una pequeña parte del desarrollo de una aplicación de salud, si uno quiere que sea un éxito. hay que verlo como un proceso con muchas capas que requieren atención. Vender una aplicación no significa que se vaya a adoptar su utilización. Vender una buena aplicación mejora las posibilidades de forma espectacular.
