Too much medicine
El exceso de medicamentos es perjudicial
«Too much medicine» Prescrire Int 2013; 22 (143): 278
Publicado en Prescrire. traducción libre
Saber cuándo no prescribir, cómo prescribir prudente y cuándo «deprescribir» es un reto para los profesionales de la salud en el que los pacientes deben estar involucrados.
A través de los siglos, la medicina ha ayudado a aumentar la expectativas de vida en los humanos, al igual que el acceso al agua potable y mejoras en el saneamiento, las condiciones de vivienda, la dieta y los niveles de educación. Pero hoy en día, al menos en los países más ricos, más salud no siempre significa mejor salud.
Una encuesta realizada en Francia en 2012 revela que, en general, los médicos consideran que sólo el 72% de los tratamientos médicos están justificados. Ellos perciben que la principal razón para tratamientos injustificados es la demanda del paciente. Pero de acuerdo a otro estudio realizado ese mismo año en una muestra representativa de la población general (1.006 encuestados), el 75% declaró que cuando consultaron a un médico era sobre todo para recibir asesoramiento o una opinión del médico, y el 28% piensa a menudo después de la consulta que esa había sido innecesaria.
En 2013, el British Medical Journal lanzó la campaña “Too much medicine; too little care” (Demasiada medicina, muy poca atención», para llamar la atención sobre la amenaza para la salud que plantea el sobrediagnóstico y sobretratamiento, y el desperdicio de recursos públicos: «El movimiento para combatir el exceso dela medicina en los países más ricos encarna un antiguo deseo de evitar hacer daño al tratar de ayudar o curar” .
Iniciativas similares se han puesto en marcha, entre ellas el de la revista de la American Medical Association (JAMA), que publica regularmente artículos en su serie «Menos es más«.
Muchas intervenciones innecesarias y demasiadas intervenciones nocivas: cada vez es más evidente que, frente a la gran variedad de técnicas y terapias de diagnóstico disponibles en la actualidad, los profesionales sanitarios deben saber cuándo no utilizarlos, cómo usarlas bien y cuándo «deprescribir». Es un reto que vale la pena y en el que los pacientes deben estar involucrados.
Rafa,
Creo recordar que en alguna otra entrada tuya hablé de este estudio que publicamos siendo yo becario de investigación.
http://zl.elsevier.es/pt/revista/revista-calidad-asistencial-256/articulo/cuales-son-las-expectativas-los-13119291
La figura 1 es muy elocuente, pero por si acaso, vayamos a las conclusiones:
«Este estudio muestra que los pacientes cuando acuden a las consultas médicas de atención primaria tienen unas expectativas respecto a esa consulta que están relacionadas principalmente con aspectos comunicativos (relación médico-paciente); en general, los médicos coinciden en esta apreciación pero sobrevaloran los deseos de los pacientes de recibir ciertas atenciones específicas como recetas, derivaciones y pruebas complementarias.»
Es probable que sobrevaloremos que los deseos de los pacientes sean materiales, tangibles.
Ayer leía en un libro que en el capitalismo posfordista (más exacerbado aún tras la caída del muro de Berlín) el trasfondo del consumo no es material. El producto (intermedio) sí lo será, pero lo que se busca al consumir es satisfacer deseos o mitigar miedos, es más abstracto o subjetivo, emocional o espiritual que el puro materialismo-consumismo. En cierta lógica, el mundo de la publicidad es sabedor de eso, y explota muy bien la asociación entre el producto y la emoción que éste evoca.
Un abrazo
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La prescripción de medicamentos sin control suele ser uno de los problemas más graves de la sanidad. Esto puede causar que los organismos se muestren inmunes a los mismos con el paso del tiempo y sea cada vez más complicado curar las enfermedades
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