Hay que perdonar el anglicismo, el post se podría haber titulado ¡Jo que tropa! en honor a Romanones, ¡ Están locos estos romanos! en honor a Asterix, o cada loco con su tema en honor a Serrat, pero al final me he quedado con el que figura  ya que expresa mi voluntad de no escribir de la peste porcina a pesar de ser este, un blog médico. Hay ya muchos sitios y personas  mucho más doctas para hablar y abusar con propiedad de este tema. Solo unas reflexiones políticamente incorrectas de una noche de insomnio.

Es curioso cómo la gente ante cualquier acontecimiento aprovecha para arrimar el ascua a su sardina, de la misma manera la  nueva gripe proporciona protagonismo y argumentos a variados personajes. Desde los que creen en las plagas bíblicas, hasta los que opinan que es una venganza inesperada de los parias de la tierra.

De igual manera sirve para sacar del anonimato a oscuros funcionarios de la OMS que aburridos como ostras en su despachos de Ginebra, se divierten ahora jugando al DefCom 2, también vale para  poner en el candelero mediático, con lo que tiene de atracción de fondos y otras gabelas, a sombrías especialidades como la salud pública o la virología.

Sirve para que se hable de ciencia y medicina, cuando es imposible encontrar evidencias de la eficacia de tratamientos ante una enfermedad nueva, eso sí de paso, se aumentan las posibilidades de medicamentos condenados al ostracismo por su escasa utilidad real.

Es útil para que los SWAT del RCP, los hombres de Harrelson madrileños (aka 112) consigan más poder e influencia y se conviertan, si no lo son ya, en los capos de nuestro chulapin sistema sanitario regional. De paso comprobamos como la atención primaria dobla el espinazo una vez más, ¿y van? y se comprueba la futilidad de la medicina de familia y de sus practicantes

¡Ríete tú! del mongering disease de la industria farmacéutica, ¡aficionados! al lado del actual contubernio gripeporcinero

imagen captada de lamalgama