Etiquetado: bajas laborales

El médico de la mutua (3)

La revisión del nuevo Real Decreto 625/2014, de 18 de julio nos ha dado la oportunidad de comprobar que hay artículos importantes que apenas cambian con respecto al anterior RD 575/97. en concreto:

La declaración de la baja médica, en los procesos de incapacidad temporal, cualquiera que sea la contingencia determinante, se formulará en el correspondiente parte médico de baja expedido por el médico del servicio público de salud que haya  efectuado el reconocimiento del trabajador afectado

Todo parte médico de baja irá precedido de un reconocimiento médico del trabajador

Los partes de baja por IT son, generalmente, expedidos por los médicos de familia. Se hace así por costumbre y un malentendido servicio al paciente. La levedad de los médicos de familia los ha convertido de facto en los únicos que tramitan dicha documentación quedando el resto de médicos que atienden al paciente (especialistas, médicos de urgencia etc.) librados de tal tarea.

Los Reales Decretos (RDs) antiguo y nuevo, no especifican taxativamente que su expedición corresponda única y exclusivamente a los facultativos de atención primaria y dejan abierta la posibilidad de que dichas bajas puedan ser expedidas por cualquier médico del servicio público.

delirios

Siguiendo los RDs  se ve que no se puede tramitar una IT si el paciente no está delante (ingresado por ejemplo) o a posteriori  (fines de semana y fiestas) por mucho que lo haya reconocido otro facultativo. La tramitación delegada de la baja no está contemplada en estos RDs.

El problema es que a veces las resoluciones de una viceconsejera trastornada, alguna inspectora troll o los delirios de alguna subdirección autonómica (vease imagen) nos recuerdan su ilegalidad y entonces todos nos metemos en un lió.

La aplicación del nuevo Real Decreto es una buena oportunidad para que los colectivos de médicos de familia recuerden este problema y propongan negarse a tramitar incapacidades temporales si no está presente el paciente, mientras no se aclaren los Reales Decretos, y de paso recuperar una influencia que nunca debíamos haber perdido.

la gripe como oportunidad