#NoSinEvidencia
La evidencia científica es uno de los pilares sobre los que se asienta la medicina moderna. Esto no siempre ha sido así: durante años, se aplicaron tratamientos médicos sin comprobar previamente su eficacia y seguridad. Algunos fueron efectivos, aunque muchos tuvieron resultados desastrosos.
Sin embargo, en la época en la que más conocimientos científicos se acumulan de la historia de la humanidad, existen todavía pseudo-ciencias que pretenden, sin demostrar ninguna efectividad ni seguridad, pasar por disciplinas cercanas a la medicina y llegar a los pacientes.
Los firmantes de este manifiesto, profesionales sanitarios y de otras ramas de la ciencia, periodistas y otros, somos conscientes de que nuestra responsabilidad, tanto legal como ética, consiste en aportar el mejor tratamiento posible a los pacientes y velar por su salud. Por ello, la aparición en los medios de comunicación de noticias sobre la apertura de un proceso de regulación y aprobación de medicamentos homeopáticos nos preocupa como sanitarios, científicos y ciudadanos, y creemos que debemos actuar al respecto. Las declaraciones de la directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) asegurando que “no todos los medicamentos homeopáticos tienen que demostrar su eficacia” y que “la seguridad no se tiene que demostrar con ensayos clínicos específicos” no hacen sino aumentar nuestra preocupación.
Por lo tanto, solicitamos:
- Que no se apruebe ningún tratamiento que no haya demostrado, mediante ensayos clínicos reproducibles, unas condiciones de eficacia y seguridad al menos superiores a placebo. La regulación de unos supuestos medicamentos homeopáticos sin indicación terapéutica es una grave contradicción en sí misma y debe ser rechazada. Si no está indicado para nada ¿para qué hay que darlo?.
- Que la AEMPS retire de la comercialización aquellos fármacos, de cualquier tipo, que pese a haber sido aprobados, no hayan demostrado una eficacia mayor que el placebo o que presenten unos efectos adversos desproporcionados.
- Que el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y el resto de autoridades sanitarias persigan a aquellas empresas que atribuyen cualidades curativas o beneficiosas para la salud a sus productos sin haberlo demostrado científicamente.
- Que el Consejo General de Colegios de Médicos de España / Organización Médica Colegial, en cumplimiento del artículo 26 del Código de Deontología Médica, desapruebe a los facultativos que prescriban tratamientos sin evidencia científica demostrada.
más información en http://nosinevidencia.wordpress.com/
Yo suscribo los tres primeros puntos pero no el cuarto. Seguramente ni el mismísimo Archie Cochrane lo haría. Ausencia no evidencia no significa evidencia de ausencia de eficacia. «La mejores Evidencias disponibles» muchas veces son inexistentes y es necesario combinar el buen juicio clínico, las preferencias del paciente y posibles tratamientos considerando potenciales beneficios y riesgos. Al margen de que la homeopatía sea un camelo, y no deba ser considerada como medicamento, tampoco debemos pasarnos de frenada
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efectivamente»Ausencia no evidencia no significa evidencia de ausencia» pero también recuerda que la carga de la prueba debe estar para el qUe pretende que una intervención sea utilizada, sin olvidar el «Primun non nocere»
saludos
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Estamos de acuerdo. Yo me he adherido al manifiesto, pero creo que el problema es más profundo.
No es sólo un problema de pruebas o evidencias. Algunos colegas usan a veces productos homeopáticos como placebo y no creen en la homeopatía en absoluto. No me parece bien que los usen.
-Una cuestión es usar tratamientos sin evidencia beneficiosa demostrada sin otras alternativas mejores.
-Otra cuestión es usar tratamientos sin evidencia beneficiosa demostrada y habiendo alternativas con evidencia demostrada. Esto es mucho peor.
-Y el problema más profundo es usar tratamientos sin evidencia, con o sin alternativas con evidencia, y además fomentado el pensamiento “mágico” aplicado a la medicina.
Este último punto me parece nefasto.
Me parece mal utilizar la homeopatía en cualquiera de los casos.
La homeopatía tiene unos presupuestos vitalistas y animistas decimonónicos que no hay por dónde pillarlos y chocan frontalmente con la biología moderna en particular y la ciencia en general.
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La homeopatia y otras medicinas alternativas, constituyen la vuelta a la concepción mágico- religiosa de la propia enfermedad. Parece mentira que actualmente cobren tanto interés mediático, cuando no son capaces de pasar los filtros establecidos de forma cientifica para garantizar su verdadera eficacia y se desconoce en gran medida su propia seguridad (o posibles interacciones). De todas maneras lo más alarmante es la permisividad y defensa por parte nada menos que de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Ver para creer, aunque cada vez seamos más escépticos de los salvaguardas de la ciencia en general y alopática en particular.
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