Where is the knowledge we have lost in information?

A medio camino entre la serendipia y la procastinación me he encontrado con este texto resumen de una ponencia que di en la Mesa Osteoporosis del Congreso SEMFyC Valladolid 2007 junto a Alberto López y Carlos Isasi titulado Osteoporosis: muchas preguntas, muchas respuestas pero poco conocimiento y que me ha parecido divertido y oportuno para ponerlo en el blog.

Este es el resumen:

La osteoporosis es una curiosa enfermedad cargada desde sus orígenes de interpretaciones y polémicas, y decimos bien, desde sus orígenes por que ya la misma catalogación como «enfermedad» es discutida. Existe una tendencia a considerarla como un factor de riesgo y un proceso natural más que una verdadera afección patológica. Las dudas y los interrogantes no se quedan ahí, se extienden más allá desde la definición hasta la idoneidad de los tratamientos, pasando por las  herramientas diagnósticas. Por si fuera poco la osteoporosis cumple con sospechosa meticulosidad muchos de los parámetros  por los que se han definido las enfermedades inventadas, a saber:

  • asociación a un proceso biológico natural,
  • dirigida a personas sanas (las más numerosas),
  • cultivar el efecto mágico de la prevención,
  • exageración de la prevalencia,
  • hincapié en la consecuencias más graves,
  • disminución de los umbrales diagnósticos,
  • empleo métodos de marketing,
  • colaboración (desinteresada ?) de expertos y usuarios,
  • utilización del miedo como táctica,
  • uso de famosos en la difusión del mensaje,
  • población diana  sensible e impresionable  y un largo etc.

La osteoporosis ha generado y genera una gran cantidad de información, basta consultar MEDLINE o ver la innumerable cantidad de guías internacionales, nacionales, incluso autonómicas para comprobar que las osteoporosis no es una enfermedad huérfana de información y de datos.  Pero como se intuye tras el poema de T.S Eliot que da título a este resumen, la información y su exceso (interesado) se puede revolver contra sus usuarios y, en lugar de cumplir sus objetivos, nos puede llevar a una perdida de conocimiento de tal forma que el valor del esfuerzo para comprender la osteoporosis desde dentro de la información generada puede ser tan frustrante como inútil

No será objeto de esta participación intentar solventar las (numerosas) dudas e interrogantes del auditorio, tarea que, por difícil, se ha encomendado a mejores y más doctos colegas que me seguirán en el uso de la palabra, tampoco es apabullar con un despliegue resumido de la «explosión informativa»en torno a la osteoporosis. Menos aún el intentar sorprender o desarmar las creencias que sobre el trastorno tengan los asistentes hasta hacerles dudar de su existencia. Lo que se pretende en esta participación es dar unas «chispas» de conocimiento o de información (sabiduría seguro que no) para que los médicos de familia se adentren con seguridad en este tema; para ello nos basaremos en conceptos claves de la epidemiología clínica, pero también nos apoyaremos en las matemáticas, en las ciencias de la información e incluso en el marketing, expuesto, eso sí, de la manera más clara, sencilla y divertida posible. El seguimiento interesado, que no especializado, del tema durante unos años me ha encaminado a la conclusión de que el mundo de la osteoporosis  es un juego donde el campo y las reglas, al contrario que en otras enfermedades, no las marca la labor cotidiana y el  trabajo de un profesional sanitario; más bien es una especie de jungla  que atrapa a médicos y pacientes y en donde compiten intereses variados (legítimos e ilegítimos), con mucha información, mucha ignorancia, muchos tópicos, poco conocimiento y menos sabiduría. Pondríamos decir que en la osteoporosis hay mucho ruido y pocas nueces, que es difícil distinguir las nueces sanas y que es nuestro modesto propósito obsequiar con un cascanueces con forma de soldado para luchar contra el rey de los ratones.

resumen ponencia Mesa Osteoporosis Congreso SEMFyC Valladolid 2007.Osteoporosis: muchas preguntas, muchas respuestas pero poco conocimiento

  1. antoni

    Este magnífico comentario se podría aplicar a muchas otros problemas que nos encontramos diariamente en nuestra actividad profesional. Yo estoy llegando al esceptcismo y al principio de precaución por saturación y desengaño. En la medicina y en otros campos de la vida. Escepticismo pero no pasotismo. Blogs como este me animan y me dan vitaminas intelectuales.
    Gracias

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  2. euria

    Y asi pasa luego que viene una mujer de 75 años, con el criterio del Gine que le quita el bifosfnato, el trauma que se lo pone , y nosotros que dudamos.
    Vamos a MBE y nos dice que el ttt por encima de los 75 en mujeres pues es…que no se sabe na.
    Te felicito por estas estupendas y jugosas reflexiones !que tanta falta hacen!

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  3. Pingback: Terror en el hipermercado | Almogrote Para la Salud

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