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¿Por qué dejo que mis pacientes vean mis historias clínicas?

¿Por qué dejo que mis pacientes vean mis notas clínicas?

Douglas Iliff, MD.

Traducción de Why I Let My Patients See My Notes, publicado en Fam Pract Manag. 2011, 18 (3) :6-7.

Un estudio de 1,5 millones de dólares esta realizándose para determinar si esta práctica es una buena idea. Lo adelanto:  lo es .

La Fundación Robert Wood Johnson ha dedicado $ 1.5 millones para averiguar si es unabuena cosa, dar  la posibilidad a 25.000 pacientes de que accedan a  las notas escritas por los cien médicos de atención primaria que les atienden: Open Notes: Doctors and Patients Signing On. Yo puedo ofrecer una cierta perspectiva sobre este tema – gratis – sobre la base de alrededor de 125.000 consultas  con pacientes durante los 25 años como médico de atención primaria.

En primer lugar, algunos antecedentes

Como estudiante de medicina de primer año, tomé un curso obligatorio llamado «proceso clínico» “clinical process.” Se nos introdujo en el arte y la ciencia del tratamiento de los pacientes vivos, a diferencia de los cadáveres que eran hasta entonces nuestros habituales compañeros. Estoy seguro de que he aprendido mucho de la experiencia, pero la memoria selectiva es lo que es, sólo recuerdo tres cosas. Dos de ellas estaban equivocados.

Lo correcta, fue que la historia del paciente era mucho, mucho más importante que el examen físico. Eso me dejó atónito en ese momento, pero era bastante ingenuo ( por ejemplo yo pensaba que  el ombligo estaba «adentro» o «para afuera» depende de la forma en que se ato al nacer) Nuestro profesor, un internista de renombre, ya fallecido hace tiempo, nos enseñó correctamente que «Si se escucha al paciente, el te dirá lo que está mal. »

En cuanto a otras cosas que recuerdo que me enseñaron, la primera fue que un buen clínico debe mantener una distancia profesional con el paciente. Dar la mano a alguien o llamarle por su nombre amenaza nuestra autoridad, y hablar con los pacientes de anécdotas personales a modo de explicación o consuelo era simplemente inaceptable. Esto resultó ser pura mentira. San Pablo escribió a los Tesalonicenses, «Porque os amamos tanto,  tenemos el placer de compartir no sólo el evangelio de Dios sino también nuestras propias vidas», y pensé que era un ejemplo bastante bueno. Como médico de familia excepcionalmente feliz y exitoso, no puedo imaginarme todos los días con una agenda  profesional repleta de extraños. ¿Qué clase de diversión es esta?

Y luego estaba la tontería acerca de la necesidad de que nunca, nunca dejáramos que el paciente vea mis apuntes. O los del  consultor. El choque podría provocar una apoplejía o hidropesía o consunción. Es esta concepción del proyecto «Open Notes» la que se está tratando de explorar. Voy a decirle lo que encontraran.

Mis experimento de 25 años

Desde el primer día que abrí mi consultorio en el año 1986, di a los pacientes un cuaderno de hojas sueltas con alrededor de 20 páginas de información médica general. Mi hoja de la historia clínica (de papel, por supuesto) se produjeron en papel NCR (es decir   «que no necesita carbón para copiarse», para los jovezunos), y tenían tres perforaciones para que mis pacientes pudieran archivar una copia de cada nota que escribía sobre ellos . También les dábamos copias de cualquier otra cosa que ellos quisieran almacenar – informes del laboratorio, rayos X, e incluso consultas de especialistas. Nada que esconder. Sin secretos.

En  el artículo del Wall Street Journal  que describe el estudio “Open Notes”, se plantean  una serie de preguntas , tales como «¿hará esto recordar a los pacientes  con mayor precisión lo que se dice y hace en la consulta?» «¿Se asustaran los paciente si su médico especula por escrito sobre el cáncer o enfermedades del corazón? » y  ¿Malinterpretaran los pacientes las  abreviaturas médicas, como SOB y OD? «(Personalmente, estoy sorprendido de que mi ER local es ahora el servicio de urgencias, pero eso no viene al caso.)  De 125.000 encuentros , puedo decir honestamente que no puedo recordar una sola ocasión en que alguna de estas cosas sucedieran. Por lo tanto, no creo  que “Open Notes” tenga estos  efectos  en los pacientes para bien o para mal.

Sin embargo, puedo predecir dos cosas que va a suceder, tan cierto como que el sol sale por el este.

En primer lugar, el intercambio de notas con los pacientes hace que los médicos sean más honestos. La historia clínica electrónica (EHR), con todas sus virtudes, está orientada principalmente hacia la defensa de negligencia y la justificación de los gastos. En el lado negativo, alienta la manipulación manipulando, a lo grande. Cuando mis pacientes son atendidos en un servicio de urgencia local obtengo seis páginas de notas enviadas por fax – por un dolor de garganta. No hay manera de que alguien en su sano juicio pregunte  o haga en realidad todas esas cosas. Cuando mi enfermera tuvo recientemente una intervención quirúrgica de cinco minutos, el informe de dos páginas que obtuve fue recibido con abucheos y gritos: «No me pregunto eso! Nunca me ha tocado ahi! «

Enviar  a su casa a los pacientes con una copia de lo que realmente escribo me mantiene honesto. Lo mismo sería válido para un servicio de urgencias, por supuesto.

En segundo lugar, genera confianza. Los pacientes a menudo tienen miedo. Una de las cosas que temen es que su médico no está actuando correctamente con ellos. Yo no voy a pretender que puse en mis notas cada pensamiento o el miedo que pasa por mi cabeza. Pero mis pacientes  alaban  mi honestidad: Lo que yo digo, quiero decir, y lo que escribí, es a lo que me refería.

La verdad tiene un enorme sub-producto. Se ahorra tiempo porque no tengo que probarme a mí mismo en cada encuentro con el paciente. Mis pacientes saben que les estoy dando lo mejor de mí, cada vez que me ven.  Se reducen las cuestiones que van directamente a sondear mi honestidad y sinceridad y no el problema  de salud en cuestión. Ahorrar tiempo significa ganar dinero, porque el tiempo es dinero para todos los trabajadores  – tanto si se cose prendas de vestir en Bangladesh o se ve pacientes en Topeka.

 El resultado final: Confíe en sus pacientes. Ellos le recompensaran con creces.

Acerca del autor Dr. Iliff es un médico de familia que trabaja solo en Topeka, Kansas Él es un ex miembro del Consejo de Redacción de FPM

1. Delbanco T, J Walker, Darer JD, et al. 1. Open notes: doctors and patients signing on. Ann Intern Med. 2010;153:121–125.

2. LandroL. What the doctor is really thinking. The Wall Street Journal. July 20, 2010.

hígado grande ?

Siguiendo una norma  tradicional y algo arbitraria, la profesión medica tendemos a sobrevalor la utilidad y el rendimiento diagnóstico de la historia clínica,  y en especial la exploración física. La afirmación de que una buena historia clínica lleva invariablemente al diagnóstico certero, es tan falsa como popular entre los encargados de enseñar a las nuevas generaciones de médicos.

Como dicen los autores -españoles- de un artículo publicado en la revista European Journal of General Practice   los datos de la exploración física se pueden considerar, como datos «muy blandos»  en comparación con los datos “duros” que nos proporcionan «pruebas objetivas», como  la tomografía computarizada o la ecografía. Parece que los médicos, los de verdad, consideran el examen físico como una fuente de información secundaria, otorgando más importancia a la información verbal obtenida en el interrogatorio,  y en los resultados de las pruebas. Al menos mientras no mejore su capacidad de detectar los signos más importantes que pueden encontrar durante su práctica diaria

No les queda más remedio después de los resultados: solo 4 de 57 medicos de familia detectaron la hepatomegalia real de una paciente-actriz que actuaba como unannounced standardized patients (USP). Su pretensión de evaluar la calidad de la exploración física y su eficacia en la práctica diaria se realizo gracias a una paciente estandarizada con dolor abdominal y hepatomegalia  que sin previo aviso se presento en la consulta de 61 médicos de familia , eso si, con su consentimiento previo.

Hace unos años médicos de familia canarios publicaron en la revista Atención Primaria  un estudio sobre la utilidad diagnóstica de la exploración física para detectar hepatomegalia utilizada como gold estándar la ecografía. La sensibilidad de la exploración física para detectar hepatomegalia fue muy baja (49%),  aunque la especificidad y el valor predictivo positivo fueron más altos (89,5 y 82% respectivamente) Los cocientes de probabilidad positivos y negativos fuero 4,6 y 0.6 lo que muestra que la exploración positiva es cuatro veces más frecuente en los que tiene hepatomegalia que  los que no la tienen, pero que el  típico “no hepatomegalia” tiene poco valor diagnóstico ya que prácticamente se falla una de cada dos enfermos con el hígado aumentado de tamaño.

Como dice  Noly en el Am J Gastroenterology Physical examination of the liver: is it still worth it? «El examen del hígado no proporciona ninguna información precisa sobre el volumen real del órgano. El volumen del hígado, con demostrada utilidad para predecir el pronóstico en pacientes con cirrosis, precisa para su medición de métodos cuantitativos y reproducibles, que sólo puede obtenerse mediante técnicas de imagen

y así,….. cuantas cosas más de las que se hacen en ese rito casi litúrgico de la historia clínica y exploración fisica

es diferente

Parece que en otros lugares se toman las cosas más en serio, segun se informa en el blog sanitario del Wall Street Journal varias personas , incluido medicos, han sido despedidas y otras amonestadas por la dirección del UCLA Medical Center por fisgonear en los historiales clínicos de estrellas como Britney Spears o Farrah Fawcett. Un caso similar se dio en hopital de Jersey y en este caso el famoso afectado era George Cloney.

farrah.jpg

Igualico que aquí, hace unos años se sanciono a telefonistas por curiosear datos del fichero de telefónica correspondiente a Leticia Ortiz,  justo cuando se comprometió con el príncipe de Asturias, aunque no es seguro parece que la sanción  se acabo anulando por presión de los sindicatos.

la vergüenza nacional