Cuestión de tiempo. Sacrificar la atención al paciente por la prevención
Publicado en parte en: Bravo Toledo R. Lo que las personas sienten es tan importante como lo que hacen AMF 2025;21(1);59-60. DOI: 10.55783/AMF.210110
A finales del mes de enero, el BMJ publicaba un artículo importante y polémico. La tesis principal del artículo es que la atención primaria, más bien los médicos generales o de familia, deberían desprenderse de las actividades preventivas que se han auto-adjudicado desde el principio de su actividad. Esto puede sonar a sacrilegio escrito en el seno de una sociedad científica que no solo contempla la prevención como fundamental, sino que tiene un programa específico de actividades preventivas y de promoción de la salud. Un programa que publica de manera periódica recomendaciones “de prioridades y métodos preventivos en base a la evidencia científica,” para poner en práctica “en el seno de las tareas desarrolladas habitualmente en las consultas de Atención Primaria”.
Antes de empezar a criticar, rechazar o ignorar el artículo, que de todo habrá, conviene saber que no es la boutade de unos iluminados” o de un gerente despistado. Es la reflexión de unos autores conocidos y reconocidos en nuestra disciplina como Iona Heath o Richard Lehman, o de médicos de familia más jóvenes como Minna Johansson. Esta médico sueca ha desarrollado una actividad investigadora preocupada por definir y racionalizar el tiempo que invierten los médicos de familia en su trabajo diario. Ha participado en la aparición de conceptos como el TNT (Tiempo necesario a Tratar) o en el estudio exhaustivo del tiempo que el clínico invierte en la aplicación de las recomendaciones de las guías preventivas, así como en la aproximación crítica a recomendaciones aparentemente beneficiosas, pero que no han demostrado una eficacia clara o un coste de oportunidad favorable.
[anteriores comentarios sobre estos temas en: Bravo Toledo R. El final del verano. AMF 2022;18(9);549-550 y Bravo Toledo R. Olvidos y empujones. AMF 2023;19(3):179-180.
Los autores sostienen que el énfasis actual en la prevención debe reevaluarse para garantizar que la AP pueda cumplir eficazmente su función tradicional de atender a los enfermos de manera individual. Se basan en que la prevención supone un coste de oportunidad no reconocido para la AP, que se traduce sobre todo en el tiempo que el médico ocupa en poner en práctica estas recomendaciones (estimado en 14 horas/día). Por otro lado, la expansión de los servicios preventivos ha llevado a una carga excesiva para los médicos de AP de servicios que a medida que se aplican en personas menos enfermas, pierden su eficacia y que aportan muchos menos beneficios en salud en proporción al esfuerzo realizado.
Como solución se propone que la responsabilidad de la prevención de enfermedades se traslade de la atención primaria a la salud pública, con el objetivo de lograr un uso de los recursos médicos, ya escasos y sobrecargados, más efectivo. Esto permitiría recuperar tiempo a los médicos de familia para dedicar a la atención de sus pacientes, tratar sus enfermedades y proporcionar una relación estable y mantenida en el tiempo.
Como proclama el artículo en su título, no tendrían que “sacrificar la atención al paciente en aras de la prevención” y producir así una “distorsión del papel de la atención primaria”. Distorsión que se produce por una ambición bienintencionada que pone bajo la responsabilidad del médico de familia actividades preventivas que deberían corresponder a la salud pública, la lucha contra las determinantes sociales de la enfermedad que correspondería a las políticas y a los políticos y la orientación comunitaria más propia de organizaciones locales dirigidas por los propios ciudadanos.
No se trata de que el médico de familia escape de su vertiente preventiva, social y comunitaria (todo es medicina y todo es atención primaria), se trata de que se delimite con nitidez lo que son responsabilidades de la atención primaria de lo que son de otros estamentos y organizaciones; probablemente el resultado sería mejor y sobre todo que no queda otro remedio, porque no tenemos tiempo. Como era de esperar, este artículo ha generado bastantes reacciones, desde su temprana difusión por redes sociales hasta las esperadas réplicas de los muñidores del PAPS. Las citamos a continuación para los interesados en este debate:
Comentarios-respuestas al artículo original BMJ 2025;388:e080811. Intervienen también muchas firmas conocidas de la atención primaria en UK y entre ellas la del grupo español del PAPPS
Editorial en la revista Atención Primaria (SEMFyC) Atención Primaria y Prevención: ¿Dilema o sinergia?
Entrada en el blog Salud, dinero y atención primaria: Sacrificar la atención al paciente en aras de la prevención: distorsión del papel de la medicina general. Traducción automatizada del artículo; merecen la pena los comentarios.
Entrada del blog: Gerente DeMediado, Prevención y Promoción o Atención longitudinal basada en síntomas: he ahí el dilema hoy de la Atención Primaria.
Artículo en la página web de la revista Publicaciones UD AFyC sZ1. Prevención en atención primaria: ¿fundamento o amenaza? por S. Arana Ballestar. [Con resumen. PDF, podcast e ilustración]
Entrada en el blog de seguridad del paciente en atención primaria Sano y Salvo: Cuando la prevención se convierte en un problema: una mirada crítica desde la atención primaria.



Buenas,
…quizas es una visión reduccionista y atomizada de lo que es la «Salud» o la «Prevención» cosa que es transversal y transdisciplinar desde el ámbito político, educativo y también sanitario.
Por otro lado, se sabe que la participación de los sistemas sanitarios en la reducción de la mortalidad población es mínima, mientras que la mayor parte (cerca de un 90%) de los «Determinantes de Salud» que incluyen la mortalidad corresponde a «Estilos de vida». [Modelo Denver]
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Da para una reflexión mas profunda sobre lo que es «APrimaria» ¿Propósito? ¿reducir mortalidad? ¿aumentar los años de vida saludables? ¿reducir ingresos y costes? etc., etc.
Un saludo.
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