Satisfacción (uno)
No, no vamos a hablar de los Rolling Stones, ni tampoco del tratamiento de la disfunción eréctil aunque así pudiera sugerirlo el título, sino de algo de lo que podemos estar muy satisfechos.
Pasado el sarampión de la Salud 2.0 y amortizado sine die el lema de la «atención a crónicos», las corrientes que se perfilan como punteras y atractivas en medicina apuntan hacia «el menos es más». Una serie de nuevos conceptos como: «medicina mínimamente impertinente (no disruptiva)», «farmacotectomía o deprescripción», «prevención cuaternaria», uso prudente de los medicamentos o «inercia benéfica», se engloban en esta nueva corriente que, sin duda, acaparará nuestro interés en los próximos años.
Una revista mexicana, Atención Familiar, publica en el primer número de este año un artículo, de autores españoles, a medio camino entre los estudios de evaluación de adecuación de medicamentos y la deprescripción. Tras identificar los fármacos prescritos en doscientos cincuenta ancianos polimedicados, confrontaron la indicación manifiesta en la historia clínica para esos fármacos y su adecuación con lo recomendado por la Guía Terapéutica en Atención Primaria basada en la Evidencia de la semFYC como de primera o segunda elección.El uso de fármacos como primera indicación fue adecuado en el 43%, como segunda en 11%, y no adecuado en el 46%.
Los autores resaltan el gran número de fármacos consumidos por estos ancianos y el elevado porcentaje de inadecuación terapéutica. En un futuro próximo tendremos que ir un paso más allá, y estos estudios solo serán la fase previa a la instauración de políticas de suspensión de fármacos en unos pacientes, a todas luces, sobremedicados.
Hablar de polimedicación y prescripción adecuada en términos dicotómicos no será ya correcto porque, a costa de ser tachados de radicales, cada vez más profesionales tienen la idea, de que en sí misma, la polimedicación es ya un uso inadecuado de los medicamentos
Publicado en AMF Volumen 8, nº 4 (Abril 2012)
La polimedicación significa uso inadecuado de medicamentos. Bien. Partiendo de esta premisa, y sabiendo que generalmente es consecuencia de varios prescriptores, se plantea el gran problema a dilucidar en cada caso: ¿quiénes son los malos prescriptores y, en consecuencia, qué fármacos deprescribir?
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¿quiénes son los malos prescriptores y, en consecuencia, qué fármacos deprescribir?
No se trata de buenos y malos sino de adecuacion
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Ciertamente, se trata de adecuar, reordenar, racionalizar, recortar sensatamente, impedir que el remedio sea peor que la enfermedad… Pero desde nuestra posición “privilegiada” no es fácil farmatectomizar con la radicalidad que sería necesaria. No es sólo el número creciente de enfermos polipatológicos que conlleva más cantidad de fármacos, son muchos los factores condicionantes que lo impiden y tú, Rafa, lo sabes bien. A los médicos del primer nivel se nos ha privado del principio de autoridad.
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En mi día a dia es difícil (por no decir imposible) el evitar la polimedicación pues la polipatología es casi sustancial con la vida misma…..y a más patología….más fármacos….y más líos e interacciones….o no?. Lo veo como una idealización al igual que se nos reconozca a los médicos nuestra real valía personal y profesional….no?
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De acuerdo totalmente con manuel Ortega. Esto del polimedicado es otra cortina de humo, otro engañabobos para ponernos las cosas mas complicadas y para justificación de los burócratas gestores. Ante una medicalicación de la vida provocada por la prevención y tratamiento de todos los males, surge la polipatología y la polimedicación. Algún listo ha definido que más de 6 fármacos es polimedicación, ¿Es que ya no se pueden mandar más si son necesarios?. Se pautará lo que se considere necesario en beneficio del paciente, eso si, por parte del médico no de los gestores.
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