Enguachinados o las tonterías del agua (II)
Como comentábamos en la entrada anterior no parece que el agua sea la solución a los múltiples problemas de salud ante los que se postula, aunque lo afirmen profesionales sanitarios.
Otra tontería relacionada con el agua es la manía de portar una pequeña botella con el fin de beber pequeñas cantidades en cortos periodos de tiempo. Cada vez es más frecuente ver en las grandes ciudades gentes diversas portando graciosamente botellitas de agua de las cuales ingieren pequeños buches a intervalos regulares y no muy largos. La amplia difusión de esta idea no tiene que ver con pérfidas multinacionales, sino con una especie de ideología que mezcla salubrismo new age con estética neo hippie.
No saben los adeptos de esta absurda costumbre que beber agua con frecuencia no es necesario. El ser humano es un ser evolucionado que no necesita la humedad para realizar sus funciones fisiológicas básicas. Aunque no tanto como los camellos, se puede aguantar perfectamente un tiempo sin beber, gracias a mecanismos de regulación conocidos dentro del concepto de la homeostasis presente en los seres pluricelulares.
Por tanto, a no ser que te vayas de excursión a sitios donde no es posible encontrar agua, NO es necesario llevar botellita y mucho menos utilizarlas.
Eso si, puede que seas de los que le entusiasman ir constantemente al baño a orinar, o a los que les gusta beber el agua recalentada en recipientes de plástico y llena de babillas.
En ese caso Sí, debes llevar tu botellita, sacarla periódicamente del bolso y hacer buchecillos ecológicos cada 15 minutos, aunque estés en la Gran Via y tengas a mano miles de sitios donde tomar la famosa y fresquita agua del Lozoya .
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