La «Solitaria» este ejemplar casi siempre del genero administrativo, se denomina así, no por ser un diamante grueso que se engasta solo en una joya, o por ser un ser asocial poco dada a hacer amigos, ni tampoco porque tenga este parásito ( Taenia solium) en su intestino.

Estos ejemplares son al contrario que los portadores de la tenia, más bien regordetes o al menos con la adiposidad concentrada en los glúteos, indice claro de su actividad preferida: estar sentada horas y horas jugando al solitario.

Efectivamente se llaman así por su extrema afición al juego que ejecuta una sola persona, especialmente de naipes y que ha vivido una nueva juventud en los centros de salud gracias a «guindous»