El hospital de los dormidos
Desde antiguo las casas de lenocinio de Tomelloso, tienen justa fama en la comarca delimitada por los pueblos vecinos, saltando incluso los limites provinciales. Sin embargo, no fueron universales hasta que dos grandes autores de la tierra, las inmortalizaron en sendas novelas. Félix Grande con la Balada del abuelo Palancas y Francisco Garcia Pavón con el Hospital de los dormidos, una hilarante narración sobre el último caso de Plinio, jefe de la GMT (Guardia Municipal de Tomelloso) y su fiel amigo, el veterinario, Don Lotario. En el hospital de los dormidos, Plinio, tiene que enfrentase a una curiosa epidemia, la aparición en diversos lugares de la comarca de hombres maduros profundamente dormidos que nadie era capaz de despertar. Cuando por fin se despabilaban, ninguno de ellos recordaba lo que les ha pasado. Con pocas pistas, algo de intriga, mucho ingenio y bastante humor, estos detectives manchegos desvelaban el misterio en una historia realista de tintes fantásticos que merece la pena leer
Los sueños del opio
Las primeras pesquisas en el caso de los dormidos de Tomelloso se inclinaron por el uso de estupefacientes opiáceos; aunque rápidamente Plinio la desechó, al comprobar que los dormidos, aparecieron con buena compostura, peinados con fijador y cara de mucho gusto. Salvo la resaca de olvido sobre lo que les había pasado; se diría que estos dormidos estaban soñando y felices. No se contempló, pero podría haber sido, un problema de iatrogenia; los analgésicos opiáceos, menores y mayores, se utilizan con frecuencia para el dolor lumbar y cervical agudo, a pesar de que los datos de su eficacia son escasos. En una reciente monografía “throw away” sobre dolor cervical y lumbar agudo se exponía que el papel de los opiáceos era controvertido; aun así, se recomendaba en cierto grupo de pacientes y con ciertas precauciones y se explicaban de manera resumidas sus características……….. …….
Sigue en Bravo Toledo R. El hospital de los dormidos. AMF 2023;19(8):488-490