Primum non nocere 2019
Desde octubre de 2003. Decano de los blogs sanitarios en español. Blog de medicina, atención primaria y mucho más….. o mucho menos.
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Lo que se dado en llama blogosfera sanitaria en español ha alcanzado en los últimos años un tamaño considerable,.dese que protagonizara el congreso más friki de la historia, hace más de dos años, la blogosfera se ha hecho tan numerosa como variada. Como en botica hay autores que cuentan sus vivencias personales o profesionales. Otros tienen una eminente vocación docente y otros utilizan el blog como nuestro cuaderno de notas sobre las cosas que vamos leyendo y pensando.
En este orden de cosas, los compañeros de Matasanos y de Epistemonikos están colaborando para conocer mejor la forma en que se utiliza la información científica en los blogs de salud en español. Esta iniciativa tiene como objetivo aumentar el conocimiento sobre la forma en que se crea y se difunde la información de salud en la blogósfera sanitaria a través de una encuesta. Si aún no has recibido el correo para realizarla, puedes dirigirte a: bloggeros@epistemonikos.org inscribiéndote como blogger de salud.
Puedes encontrar más información en www.epistemonikos.org/proyectoblogosfera.
Lo hizo para el suministro de estas mismas vacunas para el año siguiente, el 2012. El contrato salió a licitación en octubre de 2011 por un importe de 5,1 millones de euros y se adjudicó finalmente a GSK apenas dos meses después por 4,61 millones.
Sanofi y Glaxo son los dos únicos laboratorios que fabrican estas vacunas en España y, según los contratos de la consejería de Sanidad, a los que ha tenido acceso el Economista, el único criterio que se aplicó para la adjudicación fue el del precio.
El año 2008 fue el primero en el que la adquisición de las vacunas salió a concurso, por lo que Sanofi los había ganado todos hasta que Glaxo fichó a la mujer del ministro Margallo. El puesto de Isabel Barreiro en GlaxoSmithKline es precisamente el de directora de asuntos sanitarios para la Comunidad de Madrid.
En la adjudicación, la Consejería de Madrid asegura que “la empresa adjudicataria ha cumplido con todos los requisitos exigidos en los pliegos de cláusulas administrativas particulares y de prescripciones técnicas, así como, debido al ser la oferta más económica, cumple con el criterio único establecido del precio”.
Una portavoz de esta Consejería insistió ayer en las razones económicas de la adjudicación en este último año: “Se adjudicó a este laboratorio porque la vacuna de Sanofi costaba 64 euros cada unidad y la de Glaxo 54 euros”.
Sanofi ha confirmado que ganó todos los contratos anteriores hasta que en 2011 se lo arrebató Glaxo. Esta compañía no ha hecho, sin embargo, ningún tipo de valoración. El importe de los contratos varía año tras año, aunque se sitúa en una media de algo más de 5 millones de euros.
La Comunidad de Madrid introdujo la vacuna frente al virus del papiloma humano a partir del 1 de septiembre de 2008, tras acordar en ese año el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas incluir esta protección en el calendario oficial de vacunaciones para las niñas de 14 años.
Desde entonces, cada año saca a concurso la compra de esta vacuna, al que se presentan tanto Sanofi como Glaxo , las dos únicas compañías con una vacuna de este tipo aprobadas en España.
La mayoría de las comunidades autónomas optaron desde 2008 por comprar la vacuna de Sanofi (Gardasil), con las excepciones de Andalucía, Galicia, Cantabria, Melilla y Murcia que decidieron adjudicar el convenio a la terapia de GlaxoSmithKline (Cervarix).
Hay que recordar que antes de aterrizar en la farmacéutica Glaxo en septiembre de 2010, Isabel Barreiro fue -desde junio de 2007 hasta marzo de 2010- directora de gabinete del entonces consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Juan José Güemes.
Barreiro desarrolló la primera parte de su actividad profesional en la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), donde ostentó el cargo de subdirectora del Servicio Fiscal desde 1986 hasta 2000, cuando José Folgado la reclamó para ponerse al frente de la Dirección General de la Pequeña y Mediana Empresa en el Ministerio de Economía, puesto que desempeñó hasta el año 2004.
Posteriormente, Juan José Güemes la fichó cuando desempeñaba el cargo de consejero de Empleo y Mujer en la Comunidad de Madrid. Barreiro fue nombrada entonces -en julio de 2004- en el Ejecutivo madrileño como directora del Área de Formación Continua y Emprendedores del Servicio Regional de Empleo. Dejó su cargo en la Consejería de Empleo y siguió a Güemes Sanidad como su mano derecha.
En ese mismo año, Barreiro también entró en las listas del Partido Popular de Esperanza Aguirre para la Comunidad de Madrid. Salió elegida como diputada autonómica en la Asamblea, un puesto que compaginó con su cargo en Sanidad hasta fichar por Glaxo.
Desde hace tiempo se sabe que el aspecto físico de los medicamentos, y sobre todo las creencias que pacientes y médicos tengan sobre este aspecto, influye en su efectividad. Lo que no se conoce, es si los cambios en el color y forma de las pastillas, durante un tratamiento crónico tienen alguna influencia significativa, sobre el grado de cumplimiento terapéutico.
La cuestión tiene importantes implicaciones clínicas, pero también de gestión sanitaria.
Ante la falta de información, los debates sobre la políticas de incentivación de genéricos o como los que han surgido a raíz del Real Decreto-ley 9/2011, por el que se establecen entre otras medidas la obligatoriedad de prescripción por principio activo (PPA) , se quedan cojos y los argumentos de seguridad y eficacia clínica, a favor o en contra, de estas medidas se quedan al albur de la particular conveniencia ideológica de cada cual.
La revista Archives of Internal Medicine ha publicado en versión “online first” un artículo titulado Variations in Pill Appearance of Antiepileptic Drugs and the Risk of Nonadherence [PDF] que muestra que los cambios en el color y forma de los medicamentos aumenta significativamente las probabilidades de incumplimiento en pacientes que siguen tratamiento con fármacos antiepilépticos.
Aboga, por tanto, por una reconsideración de la actual política regulatoria que permite una amplia variación en la apariencia de los medicamentos bioequivalentes. El editorial acompañante incide en el mismo sentido y pide con mas énfasis el cambio de la normativa que permite que medicamentos iguales tengan un aspecto diferente. Se es consciente sin embargo de la dificultades que eso supone al entrar en colisión con reglas del libre mercado como el trade dress (imagen de marca y producto) y de la propiedad intelectual.En nuestro país las medidas para el desarrollo de la PPA obligatoria, han llevado como contra-propuesta una campaña por la isoapariencia: Si son iguales que parezcan iguales, de escaso éxito hasta el momento.
En un claro ejemplo de crear un problema clínico para solucionar otro financiero, y al mismo tiempo negar una posible solución por imposible, el ministerio español abrió la espita al cambio repetido y aleatorio de la forma y color de las pastillas que tomaban los pacientes crónicos del Sistema Nacional de Salud. Los responsables políticos y técnicos, nacionales y autonómicos, así como líderes de opinión, minimizaron los potenciales problemas de seguridad y cumplimiento en aras de un ahorro que mantuviera la sostenibilidad del sistema, las pocas voces discordantes fueron ignoradas y se ridiculizo con anécdotas tabernarias, ideas tan importantes como el liderazgo clínico o la liberta de prescripción.
Peo la realidad es tozuda, y este estudio viene a recordarnos los peligros de arrinconar la evidencia.
En este caso las pruebas vienen de un estudio de casos y controles anidado (nested case control studies) de pacientes que toman fármacos antiepilépticos y donde se evaluaba los cambios en color y forma de las pastillas y su relación con el incumplimiento. En el estudio un grupo de pacientes que tomaba medicamentos antiepilépticos se obtuvo a partir de una base de datos de prescripción nacional, se identificaron los casos, definiéndose como aquellos pacientes no habían recogido sus recetas en la fecha indicada o como muchos dentro de los cinco días posteriores (no cumplidores). Se aparearon con otro grupo que también tomaba estos medicamentos, pero que recogían con puntualidad su medicación.
Gracias al enlace con una base de datos que contiene datos descriptivos como la forma farmacéutica de los medicamentos, se pudo evaluar los medicamentos renovados en dos ocasiones previas al no cumplimiento, determinándose si había cambiado la forma y color de la pastilla. Si no existía ningún cambio se hablaba de “concordantes” y si lo había de “discordante”. Se comparo las probabilidades de discordancia entre casos y controles mediante regresión logística condicional multivariada y se vio que un la discordancia de color en la pastilla precedía a 136 casos (1,20%) de los no cumplidores, y a 480 controles (0,97%) , lo cual no da una odds ratio 1,27 [IC 95%, 1.04-1.55], la discordancia de forma de las pastillas precedía a 18 casos (0,16%) y 54 controles (0,11%) con una OR, 1,47 [IC 95%, 0.85-2.54].
Como se ve las odds ratio son bastante discretas (1,25 personas abandonara el tratamiento con el cambio de pastillas frente a una que seguirá tomándolas a pesar del cambio) y en el caso de la forma de las pastillas no es significativa. Por otro lado sabemos que los estudios observacionales tipo casos y controles tienen un diseño de investigación que permite identificar riesgo pero que solo sugieren causalidad, ademas están sujetos a varios sesgos y dificultades para su generalización o validez externa. Los estudios de casos y controles anidados son estudios en el que se identifican el grupo de casos partir de los sujetos de una cohorte, este diseño híbrido contribuye al control de sesgos, particularmente los vinculados con medición, pero incluso así mantiene algunos de los problemas de los estudios de caso y controles.
En cualquier caso la tendencia es clara, y a la espera de más y mejores estudios que clarifiquen las interrogantes, se debería tener cuidado con la aplicación de la medidas que implique los cambios frecuentes en la forma y color de los medicamentos y apoyar en caso necesario la obligatoriedad de que los “medicamentos parezcan iguales cuando son iguales” independientemente de quien los fabrique, su precio o la capacidad de previsión e inteligencia de nuestros gestores
En tu practica profesional cotidiana
¿Has detectado algún caso de duplicidad en la toma de medicamentos (paciente que toma dos o más fármacos con el mismo principio activo, pero con distinto nombre o apariencia) ?
Fernando Palacio Lapuente fundador, coordinador e impulsor del grupo de seguridad del paciente y del blog “Sano y salvo”, falleció el miércoles 26 de diciembre . Sirva como sentido homenaje la reproducción de la entrada que publico en este blog hace unos meses y cuyo tema es de nuevo, triste actualidad.
De parte de un colaborador en la sombra.
——–
por Fernando Palacio
Según los datos del Ministerio de Sanidad Politica Social e Igualdad en el año 2010 se facturaron en Cataluña 151.486.758 recetas y en el total de España 957.694.628 (Datos de facturación de Receta Médica
El Gobierno de Cataluña ha propuesto en su proyecto de presupuestos para 2012 que los pacientes paguen 1 euro por cada receta que recojan en la farmacia. ¿Proponer esta medida es propio de canallas o estúpidos? o ¿por el contrario de gestores ejemplares?
Veamos:
Una propuesta: que los médicos no receten, bajo ningún concepto, prescripciones del sector privado. Posiblemente el ahorro sería muy alto, pero puede que la patronal de los seguros y las mutuas se enfade.
Otra propuesta: clasifiquemos los medicamentos según su grado de necesidad, éste no lo olvide, pero este puede dejarlo y así se ahorra el euro, si le duele ofrézcalo por el mercado.
En resumen:
1. Insultan a los profesionales porque dan por supuesto que recetan cosas innecesarias
2. Agreden a los pacientes más débiles, y eso es de canallas y/o de estúpidos si lo hacen por ignorancia.
3. No toman medidas de ahorro mucho más eficaces. Una autovía de montaña podía costar 60 millones de euros por kilómetro (datos del 2010 ) . Los culpables del caso Palau se llevaron más de 23 millones de euros, …
Los gastos de los servicios sanitarios (Cat Salut, ICS e ICASS) del año 2011 fueron 13.436.701.000. Un euro por receta solo supone el 1% de ese gasto (no son buenos gestores)
Como dice irónicamente una integrante del grupo “¿llegaremos a ver a los pacientes a la puerta de las farmacias, esperando a que tiren los medicamentos caducados?”.