la pepa
De otra causas deporque siendo el programa malo en todas las partes, y no menos malo que programas de otras demarcaciones nadie, o pocos, se quejan:
¡Vivan las caenas!
Al finalizar la reforma de la atención primaria, los médicos estrenaban, libertad, trabajo, optimismo, leyes y planes de futuro. Por una vez, aunque sólo fuese por una, la atención primaria sería quien inspirase al resto de las especialidades médicas. Así fue hasta, más o menos, el momento en que el contubernio entre el rey, los gestores y los políticos que se habían pasado la lucha dándose la vida padre a costa de los demás, derogaron todo lo que habían dictado los que hasta ese momento se denominaban a sí mismos médicos de familia.
De un plumazo, la Pepa pasó a ser material de contrabando, y los que la defendían tuvieron que escoger entre pedir perdón por las travesuras pasadas o ingresar de buena gana en una celda para evitar la horca. Y todo con el concurso entusiasta del pueblo llano, que gritaba alborozado por calles y plazuelas: «¡Vivan las caenas!» y el concurso de grupos politicos y sociedades científicas que con el denominado Manifiesto de los Persas, daban la coartada ideológica para que se se pusiera coto a tanto desbarajuste y devolver las cosas a su orden natural, que no era otro que el plácido e inmutable mundo del antiguo régimen. Pero que el Rey y sus felones quisiesen meter a España en la máquina del tiempo no significaba que todo el mundo estuviese dispuesto a embarcarse en semejante viaje……..