lo nuevo es mejor
Decía Dumas (el hijo) que no llegaba a entender cómo, siendo los niños tan listos, los adultos son tan tontos. Debe ser fruto de la educación concluía, bueno pues algo así le pasa a las tecnologías de la información que siendo sobre el papel tan estupendas y modernas, cuando llegan a la sanidad se convierten en un tormento. Debe ser fruto de la gestión.
La realidad se encarga de desmentir todos los días a los atolondrados encargados de la informatización sanitaria, según un estudio publicado en el British Journal of General Practice los partes interconsulta electrónicos son peores que los impresos tradicionales ya que aportan menos información clínica.
Los autores dermatólogos ingleses analizaron 131 interconsultas de médicos generales realizadas a través de un sistema de citaciones electrónico con 129 documentos impresos de interconsulta tradicional. Los resultados mostraron que mientras había poca diferencia entre la inclusión de los datos demográficos y administrativos entre los dos métodos, cuando se evaluaban los datos clínicos que aportaban, había una diferencia considerable a favor de los formularios impresos. Por ejemplo solo 16% de las interconsultas electrónicas frente al 39% de las de papel señalaban el tamaño de las lesiones.
En resumen que las documentación de interconsultas electrónicas cumple bien su función en los datos administrativos pero esta peor cumplimentada cuando lo que se analiza es la información clínica.
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