A propósito de Mónica (Regarding Mónica) 1/∞
Hace prácticamente 18 años mandaba este correo a una lista de distribución:
era el producto final intermedio de una iniciativa y «revuelta» que un medico general noruego inicio en la lista de distribución de la WONCA contra la Guia de Hipertensión de la OMS, como se explica en esta captura de pantalla
se iniciaba así, como puse de relieve en mi mensaje, una nueva revolución de la mano de Internet gracias a la «jurásica» herramienta del correo electrónico y las listas de distribución. No solo en la forma de comunicar información, sino tambien en los equilibrios de poder en los que se basaba la detección de la información y sus canales de difusión, decía:.
No hay duda que estamos ante un instrumento, que puede revolucionar la comunicación de la información medica, donde no solo seamos sujetos pasivos susceptibles de manipulación por parte de cualquier estamento de poder
El mismo colega lo había intentado con otras guía similares pero su reclamación quedo sepultada en los inútiles mecanismos tradicionales de las Cartas al director.
Sin embargo con la revuelta iniciada en Internet tuvo mucho mas exito, la carta a la WHO Director General de entonces, Gro Harlem Brundtland fue contestada y aunque la repuesta fue algo tibia, la propia organización rectificaba cuatro años más tarde la guía (fue esta actualización la ultima que hizo sobre HTA) reconociendo que:
«En cuanto a las preocupaciones acerca de las directrices de 1999, destaca la gran defensa de estas por una disminución más intensa de la presión arterial con la necesidad consiguiente de más medicamentos y que esta postura pudieran estar influida por el apoyo financiero al comité de estas guías por parte de los compañías farmacéuticas productoras de estos fármacos.»
Muchos médicos de familia y otras especialidades alrededor del mundo (un numero importante de españoles) sin saberlo fueron protagonistas de un pequeño pero novedoso hito en la generación, difusión y sobre todo discusión en la información medica.
Un simple medico general de un pequeño país arropado por colegas a los que no conocía, pero que compartían con el los postulados de una nueva corriente de lectura critica de la literatura científica, obligaba a la mayor organización sanitaria mundial, sus petulantes expertos, y a sus patrocinadores a rectificar sus afirmaciones basadas en interesadas observaciones (y no en la evidencia).
Comenzaba un nueva época, en palabras de Sergio Minue, las hormigas tenían (ya) altavoces, pero eso es ya otra historia