Estoy en la calle.
He renunciado a mi contrato de guardias.
He renunciado a la explotación laboral sangrante y despiadada.
He renunciado a la esclavitud de un sistema sanitario absurdo que trata a sus profesionales como basura.
He renunciado al pisoteo de un jefe que, como tantos otros en la medicina española, maneja su servicio como si fuera su cortijo. Un jefe que no lidera, solo tiraniza.
He renunciado a trabajar en un sistema con médicos de primera que viven a costa de médicos de segunda.
He renunciado a turnos de 24h sin derecho a descanso que ponen en peligro mi salud y sobre todo, la seguridad de mis pacientes.
He renunciado a la inseguridad laboral.
He renunciado a trabajar con excelentes profesionales que han ido olvidando lo que fue su orgullo personal y profesional y lo que fue su dignidad y ahora simplemente bajan las orejas con miedo.
He renunciado a un contrato que no me permite descansar en los tres meses de verano y con semanas de más de 60 horas.
He renunciado al único tipo de contrato que la sanidad española me permite tener tiempo para hacer medicina no asistencial. Eres 100% asistencial o no eres nada.
He renunciado a darme contra la pared porque “aquí siempre se ha hecho así”.
He renunciado a sentirme siempre “diferente”, un bicho raro que tiene la osadía de escribir o dibujar lo que piensa o de protestar contra lo injusto.
He renunciado al maltrato y la indignidad, el agotamiento, la estupidez, el despotismo, el abuso, la mala organización, la falta de planes a medio y largo plazo, la carencia absoluta de solidaridad y profesionalidad.
Quise ser MÉDICO desde que me alcanza la memoria, hace 25 que me gradué; pasé 5 de formación en Inglaterra, 12 de adjunto en Urgencias en Inglaterra y 8 de adjunto de Urgencias en España. Soy MÉDICO de pies a cabeza pero no puedo más…..
He renunciado a mi contrato de guardias.
Estoy en la calle.
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Totalmente de acuerdo, yo también renuncie y se puede seguir!!! Y sobre todo ser feliz y disfrutar!!! Que para eso hemos venido
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Te leo y me siento como un tonto por que en su día estuve como tu y no tuve los arrestos de hacer lo mismo. Ahora mis condiciones han cambiado pero tengo marcado que malviví una parte importante de mi vida. Y se que la historia se repite, han pasado muchos años y lo sigo viendo. No hay derecho !
Enhorabuena!
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Lo he compartido en mi facebook. Siempre he dicho a mis compañeros que: ¡cuando mas te agachas… ! respuestas: ¡ si digo algo, no me van a renovar el contrato! …. Yo siempre fui un » garbanzo en el zapato » (y también estuve de contrato) y no me callé ni debajo del agua… así me fue… hasta que un día me pude jubilar. Ahora, sigo fuera de las trincheras ayudando a las personas con la información a mi alcance para que como pacientes, «muy pacientes» no le tomen el pelo con el cuento de los recortes, y una pésima gestión.
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Solo puedo decirte que eres grande. Has decidido ser punta de lanza, escuchar tu conciencia y lanzarte al vacío. Asumir riesgos es complicado y necesario para la salud mental. Un sistema enfermo que no es denunciado por nadie es un monstruo sin cabeza. La pena es que cuando se denuncia la cabeza está cortada. La sanidad pública necesita urgentemente una transfusión de sentido común y renovarse o seguirá cayendo y arrastrando a otros en su caída.
Espero que tengas suerte y te recoloques rápido para poder hacer el trabajo y el servicio para el que te has formado.
Por Nutricionista reflexiva.
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